Razones por las que el precio del petróleo sigue bajando

Refinería de petróleo. EP
photo_camera Refinería de petróleo. EP

El petróleo es la fuente de energía más importante a nivel internacional desde la década de los años sesenta, fecha en la que rebasó al carbón. Asimismo, se considera que seguirá ocupando una posición privilegiada en los próximos años a pesar de la bajada de sus precios y la preocupación globalizada por lograr una economía menos tóxica.

El barril de crudo Brent, extraído básicamente del Mar del Norte, osciló entre 100 y 135 dólares durante el año 2011 y a mitad del 2014. Las economías más desarrolladas soportaron ese alto precio del petróleo incluso conociendo los nuevos pronósticos que vaticinaban una recesión a nivel internacional. El incremento de la oferta propició un descenso en el precio llegando hasta los 30 dólares en los albores de 2016.

En ese contexto, cuando el precio del petróleo se asentó en 30 dólares diversos analistas hallaron argumentos para que esa bajada prosiguiese. No obstante, la situación se dio a la inversa y desde ese momento el precio del petróleo ascendió paulatinamente hasta alcanzar los 85 dólares en octubre de 2018. Esta nueva situación propició un ambiente positivo y se estimó que la tendencia continuaría en una línea ascendente. 

De igual modo, los analistas de las compañías Mercuria y Trafigura vaticinaron que el precio del barril ascendería hasta los 100 dólares a principios de año. Este hecho no llegó a suceder, instalándose el precio del petróleo en la mitad aproximadamente de esa cantidad. Como consecuencia de este descenso y como ya sucedió en años anteriores los pronósticos apuntaban a una nueva recesión.

En relación a esto, aunque el precio del petróleo se encuentre bajo mínimos por la floja demanda actual, también es posible encontrar otros motivos. Entre ellos se encuentran una oferta exagerada a consecuencia del petróleo no convencional y la debilidad de La Organización de Países Exportadores de Petróleo, puesta en evidencia con la retirada de Qatar.

Igualmente, al pensar en el precio del barril a corto plazo no debe contemplarse la posibilidad de un nuevo descenso. Este hecho únicamente tendría lugar por dos motivos principales: un aumento vertiginoso en las ventas de los coches eléctricos o el comienzo de una nueva situación económica crítica a nivel mundial.

Los coches eléctricos son una realidad y una apuesta segura de futuro. No obstante, a pesar del gran impacto que han supuesto para los consumidores solo representan el 6% de las matriculaciones sumando los vehículos híbridos. De este modo, la caída de los precios del petróleo a consecuencia del incremento en las ventas de coches eléctricos continuará siendo mínima.

El otro motivo por el cual podría verse mermada la demanda de petróleo sería una severa crisis mundial. Este hecho se antoja complicado a día de hoy ya que no existen causa justificadas que pronostiquen el comienzo de una nueva crisis en los países desarrollados. En este sentido, aunque el nivel de crecimiento próximo al 2% en la Organización de Países Exportadores de Petróleo se pueda ver afectada por la inestabilidad que rodea al Brexit, parece improbable que el impacto sea lo bastante fuerte como para iniciar una crisis en este 2019.

Dicho esto, el oro negro se presenta como una gran oportunidad para adquirir activos financieros en estos momentos. Gracias a su precio actual pequeños y medianos inversores se están aproximando a los artículos financieros vinculados a esta materia prima a nivel internacional. Su gran volatilidad hace presagiar que dará un giro inesperado al alza considerándose a día de hoy como una inversión idónea por encima de diferentes activos financieros como otras materias primas. 

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