Toda la corporación, salvo el edil del PP, que se abstuvo, acordó instar a la Xunta a mantener el Bac en el IES Castro da Uz por considerarla una supresión «inxustificada», que podría conllevar la «masificación das aulas en el Moncho Valcarce» y el posible desmantelamiento del instituto. «Haberá un efecto en cadea, porque sen BAC moitos xa non se matricularán na Eso», defendieron, al tiempo que exigen a la Xunta que se abra y amplíe el plazo de matrícula.
En el acuerdo plenario, se incluyeron tres puntos presentados por el BNG en los que se demanda a Educación «o mantemento da oferta e apoiar todas as medidas promovidas pola comunidade educativa», comprometer la actualización del estudio de las necesidades formativas del concello y el análisis de la red de centros y apoyar la proposición no de ley del grupo parlamentario del BNG relativa a la ampliación de la oferta de ciclos formativos en As Pontes.
El edil del PP fue el único que se abstuvo y, aunque reconoció que no le gusta que desaparezca la oferta formativa, defendió que entiende las razones de la Xunta por «eficacia y eficiencia» y porque se sigue «garantizando la oferta y la calidad educativa».
En un pleno un poco tenso, en el que el gobierno local criticó la falta de unanimidad y en el que el regidor, Valentín González Formoso, le exigió al edil del PP que retirase un insulto tras llamarlo «sinvergüenza», también se debatió una moción del grupo popular, que ningún otro respaldó.
ABRENTE. Dos decenas de padres asistieron al pleno y desde la coordinadora de Anpas Abrente hicieron un comunicado para exigir «o dereito a elixir e a ter opción de decidir centro», así como una respuesta de Educación para poder abrir el plazo de matrícula. De no ser así, anuncian que no descartan movilizaciones, mientras aseguran que no admiten como válidos los argumentos esgrimidos por la consellería para proceder a la supresión del bachiller.
