"Non sabía cando ía parar nin o golpe que ía levar"

Una joven lucense sufre solo magulladuras pese a caer con su turismo por un terraplén en Guntín y volcar contra varios árboles
Estado en el que quedó el coche siniestrado
photo_camera Estado en el que quedó el coche siniestrado

"Estaba moi asustada, non sabía cando ía parar o coche nin o golpe que ía levar". Así recordaba este martes la lucense Beatriz Valcárcel, de 31 años, los angustiosos segundos que pasaron desde que se cayó con su coche por un terraplén hasta que el turismo detuvo su marcha, al volcar contra unos árboles. Ocurrió la noche del lunes en la N-540 en Guntín y, pese a la aparatosidad del percance, la joven, que viajaba sola, solo sufrió magulladuras y arañazos.

Los hechos se registraron sobre las once menos cuarto de la noche a la altura del punto kilométrico 16 del vial, cuando ella regresaba a Lugo, en donde reside, tras completar su jornada laboral en un geriátrico de Guntín. "Cando saín de traballar chovía moitísimo. Na estrada había moitas bolsas de auga e nunha delas fóiseme o coche", explicaba ayer por la mañana, horas después del percance.

Tras salirse por el margen izquierdo en el sentido de su marcha, su turismo, un Rover, se cayó por un desnivel de casi diez metros y paró contra varios árboles. "Deu polo menos unha volta de campá, porque quedou envorcado", dijo de esa trayectoria sin control.

La accidentada, que volvía a casa tras acabar su jornada laboral en Guntín, tuvo dificultades para alcanzar a pie el vial tras el percance

Una vez que el coche se detuvo, y tras comprobar que no tenía heridas, la joven se quitó el cinturón de seguridad, "desorientada", llevándose un golpe al caer del asiento. Antes de abandonar el turismo, se puso a buscar el teléfono móvil para pedir ayuda. Tras localizarlo, salió a través de la ventanilla del conductor, que se había roto por el impacto. "Cando saín fóra non sabía onde estaba nin vía nada", detalló.

Ya fuera del coche, lo primero que hizo fue llamar al 112 y a su marido, y después se propuso alcanzar la carretera, aunque la pendiente del terraplén y la lluvia dificultaron esa subida. "Había moitas xestas, así que saquei a chaqueta e useina para apoiarme nelas para subir", explicó.

De ese modo fue capaz de llegar hasta la calzada. Cuando se asomó, acababa de llegar su marido y al instante aparecieron los medios de emergencias. "El díxome que estivese tranquila, que non pasara nada", recordó Beatriz Valcárcel, quien, aunque perdió la noción del tiempo, calcula que pasaron "uns 15 ou 20 minutos" desde que se accidentó hasta que alcanzó de nuevo el vial. Fue atendida allí mismo por personal del 061. Solo tenía magulladuras y arañazos, pero por precaución fue al Hula.

"Teño moratóns e aínda estou algo mareada, pero estou ben", recalcaba ayer desde casa. Disfrutará de unos días libres, ya programados con antelación, y el sábado prevé reincorporarse a su trabajo. Durante la mañana, volvió con su marido al lugar del accidente para presenciar los trabajos de retirada del turismo. En esos momentos fue consciente de la suerte que tuvo al sufrir solo magulladuras. "Quedei asustada de como quedou o coche", admitió.

DISPOSITIVO. Además de movilizar al 061, el 112 avisó a agentes de Tráfico y también a efectivos del GES de Monterroso al alertar la accidentada de sus dificultades para subir el terraplén, aunque al final lo logró ascender sin ayuda.

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