''Non dixo vostede que se suicidaría se non se publicaba?''

Tenía pocos años cuando oía decir a mi padre que iba a hacer un periódico. Aquello llegaba a mis oídos como algo extraño. Hacer un periódico -pensaba-, es asombroso. Yo veía y leía los locales y alguno de Madrid que caía en mis manos, y aquellas páginas impresas las pasaba admirado por la complicación que suponía en su confección, tanto en el orden material como en el intelectual. Así que la empresa que iba a emprenderse me tenía perplejo. Los incesantes trabajos y gestiones que precedieron a la salida del periódico se complicaban de día en día, y se constituyó una empresa integrada por don Fernando Pardo Suárez y mi padre, empresa que llevó a cabo la fundación de El Progreso, periódico político para la defensa de los intereses de Lugo y su provincia.

Puro de Cora Sabater / Lugo

O fundador

O fundador (Ilustración: VINICIUS)

Como otras ciudades, Lugo era muy vivida para sí misma. El Progreso tenía abiertas sus páginas a muchos colaboradores locales y en Radio Lugo intervenía mucha gente local.

José María Carrascal / Lugo

A don Puro Cora lo recuerdo siempre con su estampa perfecta, con ese sombrero que le quedaba estupendamente. Era el exponente vivo de cómo llevar un sombrero.

José Guerrero / Lugo

Eu lémbrome dunha figura de El Progreso que dicía todos os mediodías, «Bo proveito amiguiños». Acordo a don José Trapero Pardo que tiña unhas intervencións na Radio Lugo moi bonitas. A aquel home linlle nunha última páxina de El Progreso un artigo titulado ‘Quen me dera ser analfabeto’, que me fixo reflexionar moito. Eu dicía: «Como di iso Trapero?». Pero unha vez lido entendín que vendo o difícil que é a vida e os problemas que trae, ás veces era mellor non saber nada.

Eloy Rodríguez López / Portomarín

Un tío mío fue el primer redactor jefe de El Progreso. Se llamaba Juan Ramón Somoza y esa circunstancia despertó en mí el ansia de escribir desde muy chiquitín. A los diez años ya andaba haciéndoles a los demás entrevistas, preguntas y juegos relacionados con las matemáticas.

Alejandro Amieiro / Ribadeo

Chegaban algúns xornais de Madrid, que viñan por ferrocarril, e mais os doutras cidades de Galicia, que chegaban por autobús con case un día de retraso. E vendíanse nos estancos. Os de Lugo eran La Idea Moderna e El Regional, ambos os dous de ideas liberais; La Voz de la Verdad que era da Igrexa e mais El Progreso, que foi o único que perdurou ata agora. Daquela os xornais eran moi importantes. Aínda non existía a radio. Eran a única maneira que tiñamos de saber o que pasaba no mundo.

Manuel Meilán / Lugo

A mí lo que me gustaba era el periodismo. A los 14 años empecé a colaborar en El Progreso, era redactor jefe Alejandro Armesto Buz, que después estaría de director de la agencia Efe y de agregado de prensa de la embajada de España en Roma y en El Quirinal y que también fue subdirector de El Faro de Vigo. Armesto me publicó mi primer artículo, que era sobre Pío Baroja.

José Ramón Ónega/ Lugo

A pesar de contar con variada prensa, la vida literaria de la ciudad se desarrollaba precariamente. Dirigía El Progreso, Antonio de Cora, caballero cumplido, que hablaba en público y escribía de vez en cuando con elegancia y humor -él inició el tipo de Pelúdez, al llegar las fiestas de San Froilán-, y publicaba en él con cierta frecuencia Felipe Pérez Barreira, bajo y regordete, que imitaba el tono desafiante y provocativo de otro lucense olvidado, Prudencio Iglesias Hermida, alto, hercúleo, agromegálico, siempre acompañado como un rey de bastos por un garrote fenomenal, con el que apabullaba en Madrid al lucero del alba y desde luego a cualquier escritor que se atreviese a mirarle de mala manera; a Basilio Álvarez, al Duende de la Colegiata, a Antón del Olmet, tan peleones como él, o quien se le pusiera por delante. También publicaba en él excelentes sonetos uno de sus cajistas, Glicerio Barreiro.

Evaristo Correa Calderón / Lugo

Os meus recordos son os artigos de Neumandro, isto é, don Ánxel Fole, que era o primeiro que lía meu pai en La Hoja del Lunes e, por suposto, no Progreso.

Pilar García Negro / Lugo

Había un lector que envió a El Progreso un artículo en varias ocasiones, e incluso llegó a amenazar con suicidarse si no se publicaba. Mi tío (Ánxel Fole) lo conoció en una ocasión y no dudó en espetarle: «¡Que formalidade é isa! Non dixo vostede que se suicidaría se non se publicaba?»

Emilio Fole / Lugo

Recuerdo que en casa, especialmente en las comidas, se hablaba de Lugo, e incluso se recibían los periódicos que allí se editaban con las cabeceras de La Voz de la Verdad y también El Progreso, ya que en ambos colaboraba nuestro padre, pero por la circunstancia de haber nacido y vivido solo en Vigo, y por nuestra corta edad no conocíamos Lugo, esa ciudad que yo me imaginaba muy lejos, ya que mi padre, tenía con frecuencia que trasladarse a las propiedades y fincas de Lugo -Villalpape, cerca de Bóveda o a San Julián de Mos, que era su solar na Terra Cha, de donde en Navidades, nos llegaban capones, castañas, y otras sabrosas viandas-.

Amador Montenegro López-Saavedra / Lugo

Temén comecei a escribir en El Progreso, concretamente no suplemento Táboa Redonda, dirixido por Ánxel Fole. E nos libros das festas de Chantada, a onde pertence a aldea de Riopedroso, onde nacín en 1955, un día de neve de febreiro. Tanta neve que se suspendeu a feira que había en Penasillás, na miña parroquia. Miña nai di que sería por nacer con tanto frío que nunca tiven paradura ao xeito.

Afonso Eiré / Chantada

Siempre he dicho, pues lo creo firmemente, que soy periodista gracias a El Progreso, que me publicaba las cosas. Y eran cosas de lo más diverso, desde una sección que se llamaba ‘Vida estudiantil’ a entrevistas con artistas que pasaban por Lugo.

Fernando Ónega / Lugo

El Progreso fue la primera publicación que aceptó y publicó un trabajo mío. Le guardo un cariño grande a ese periódico. Trataba de Concha Espina. Era un comentario sobre su novela ‘La esfinge maragata’. Lo que más me había impresionado de ‘La esfinge maragata’ era la dureza de la vida, y la necesidad de tirar para adelante. Eso es lo que más me impresionó de esa novela a los quince años, la necesidad imperiosa de rehacerse por muy dura que sea la existencia. Y, luego, escribí de todo, también en El Progreso, artículos sobre las materias y los autores más diversos, que la gente se sorprendía mucho de que yo los conociera.

Marina Mayoral /Lugo

La siguiente parada fue en El Progreso para la foto promocional que nunca llegué a ver. Después de posar, nos enseñaron las salas donde se imprimía el diario y solo recuerdo el olor tan rico de la tinta y que una de las niñas preguntó dónde vivía la familia Pelúdez, aunque no recuerdo la respuesta. Para mí vivían en la última página del periódico y donde no dejaba de visitarlos durante todas las fiestas de San Froilán.

Carlos Varela Prieto / Lugo

Antoloxía da Memoria de Lugo:El Progreso: luns, mércores e sábados.TeleLugo: martes, ás 22.00 horas. Reemisión diaria. Dirección: José de Cora. Imaxe: Memé Díaz. Ilustracións: Vinicius. Fotografía: Arquivo EP.

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