Este es un mal sueño del que vamos a despertar. Nos parece imposible que no te volvamos a ver. No tenías hermanos, pero aquí estamos tus hermanitas como solías llamarnos.
Nos enseñaste la fortaleza, que tuviste todos estos años de lucha contra la enfermedad. Nunca te quejaste, nunca te rendiste, siempre mirando para adelante, valiente hasta el minuto final.
Siempre preocupada por tu madre, Eva. Era en quien pensabas últimamente, todos tus pensamientos eran para ella. Tiene que estar muy orgullosa de haber tenido una hija como tú. No volveremos a tener nuestras tardes de compras que tanto te gustaban, ni nuestras charlas, ni nuestros cafés. Nos dejas un vacío muy grande. Siempre estuviste con nosotras en los buenos y malos momentos. Tu perrito te anda buscando por toda la casa.
Seguro que donde estés nos estarás mirando y diciendo "adelante, mis mosqueteras"; casi 40 años de amistad no se pueden borrar sin más. Siempre estarás en nuestros corazones, adiós amiga, hermana, hasta siempre…. Algún día despertaremos de este mal sueño. Te queremos.
Tus hermanitas de Lugo.
