Lugo se lo toma en serio

Un miembro de los cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado en Lugo resume con esta máxima tan simple todas las claves de la lucha contra el terrorismo de corte islamista, una batalla que también se libra en la provincia
Un vehículo de la Policía Nacional, en una patrulla por la ciudad
photo_camera Un vehículo de la Policía Nacional, en una patrulla por la ciudad

Un agente destinado hoy en Lugo y que en su momento también participó de manera muy activa en la lucha contra el terrorismo de Eta destaca que la recopilación obsesiva y metódica de información y su puesta en común en bases de datos compartidas se reveló en su momento como uno de los métodos más eficaces en la larga guerra, y sigue siendo una de las pocas que no pierde su eficacia ante un fenómeno tan cambiante como el yihadismo.

La recopilación de información es, por otro lado, una de las pocas actividades de relevancia que se pueden hacer en este tema en un lugar como la provincia lucense, donde las circunstancias económicas y sociales no conforman el caldo de cultivo perfecto en el que crece el extremismo islámico al modo en que los últimos atentados en suelo europeo están mostrado. En esta acumulación de datos se afanan, eso sí, las brigadas de Información tanto de la Policía Nacional como de la Guardia Civil, así como los funcionarios de prisiones, a quienes las características del fenómeno han convertido en la auténtica punta de lanza en esta guerra. Las cárceles europeas se han transformado en verdaderos centros de reclutamiento, y las prisiones de Monterroso y Bonxe no son en absoluto ajenas.

RIESGO BAJO. Este diario ha hablado con miembros de la Guardia Civil, Policía Nacional y con funcionarios de prisiones sobre la situación en Lugo, si bien en todos los casos bajo el compromiso de anonimato ante las negativas oficiales a facilitar información. Y lo primero que hay que resaltar, según coinciden todos ellos, es que en la provincia no se ha detectado la presencia estable de individuos lo suficientemente radicalizados como para suponer un riesgo inmediato. Además, la implicación de buena parte de la comunidad musulmana local en las labores de prevención también es notable.


El nivel 4 de alerta terrorista se traduce en Lugo en que la Guardia Civil ha reforzado los controles por toda la provincia desde hace semanas


Son los miembros de las brigadas de Información los encargados de mantener el contacto con esa comunidad, que en la provincia cuenta con dos centros de oración estables en la capital y otro en Foz. La Guardia Civil cuenta con más de una decena de hombres en Información, aunque la Policía Nacional tiene medios más limitados, ya que solo dispone de cuatro agentes en su brigada. Por eso, la cooperación de musulmanes establecidos en Lugo y de sus líderes religiosos resulta esencial.

Lo ideal sería, como sucede en otros lugares donde los riesgos y los medios son mayores, conseguir introducir topos o agentes infiltrados en las propias mezquitas y los círculos religiosos islámicos, para detectar cualquier presencia de algún imán con un mensaje preocupante o pequeños grupos fieles que se estén radicalizando y reuniéndose aparte. En una comunidad como la de Lugo, sin embargo, es más fácil que situaciones así sean percibidas rápidamente tanto por los imanes locales como por los fieles.

Uno de los dos imanes, el de la mezquita situada en Túnel de Oural, acaba de llegar hace muy poco a la ciudad. El otro, que dirige la oración en el local de Mar Cantábrico, lleva ya muchos años en Lugo y en este tiempo se ha convertido en una de las principales referencias para la integración de la comunidad musulmana en la sociedad lucense.

En cualquier caso, los expertos consideran improbable que un captador fije Lugo como objetivo, porque no son las circunstancias que suelen buscar. Lugo no deja de ser para muchos de los inmigrantes llegados del Magreb, en especial de origen marroquí, un lugar casi de paso en busca de otras zonas de España y Europa donde sea más fácil encontrar trabajo y redes sociales de apoyo. Los atentados sufridos en los últimos años en Europa demuestran que en su mayor parte los autores son jóvenes de segunda y tercera generación, criados ya en Europa y generalmente en barrios de gran tamaño donde la comunidad musulmana lleva ya muchos años establecida. Barrios de clase obrera en ciudades del entorno de los grandes centros económicos o industriales de dichos países.

DE PASO. No es el caso, evidentemente, de Lugo. Hay ejemplos: la famosa operación Pollo que se desarrolló en Lugo desmanteló una red que se dedicaba a introducir en el país ciudadanos de origen marroquí, a los que explotaban con trabajos en granjas; sin embargo, para la inmensa mayoría de ellos el paso por la provincia era circunstancial, con el único objetivo de entrar en la UE para buscarse luego la vida en otros lugares. Del alrededor del centenar de víctimas identificadas prácticamente ninguna sigue en Lugo, estando en la mayor parte de los casos ilocalizables después de haber cambiado a otras ciudades europeas.

Fuentes bien conocedoras de la comunidad musulmana en Lugo aseguran que, como en cualquier otra comunidad o religión, sí hay individuos más intolerantes, pero que no se han detectado fenómenos ligados a la radicalización enfocada al yihadismo. Así las cosas, todo apunta a que el paso de individuos especialmente preocupantes sería circunstancial.

En cualquier caso, si algo así llega a suceder será más fácil atajarlo gracias a esos datos que se recopilan constantemente y que luego se vuelcan en las bases centralizadas. Incluyen todo tipo detalles que pueden resultar útiles en algún momento.

El nivel 4 de alerta terrorista para todo el país se traduce en Lugo en que la Guardia Civil ha reforzado de manera importante los controles por toda la provincia desde hace semanas, sobre todo por las autovías y carreteras nacionales o de mayor tránsito. No se trata de los controles habituales, sino que se realizan con un mínimo de cuatro patrullas y ocho agentes pertrechados con chalecos antibalas y armas largas. ¿Qué se busca? Todo, cualquier cosa es importante, potencialmente útil. "Los controles", comenta el referido agente, "son ahora una gran fuente de información. Podemos encontrar cualquier cosa, drogas o material relacionado con robos, pero, sobre todo, datos".

Por ejemplo, si se identifican a varios extranjeros en el mismo vehículo y con el paso del tiempo el nombre de uno de ellos salta en alguna investigación, se puede saber con quién se relacionaba. O, si iba solo, por qué lugares del país se movía. Todo es potencialmente relevante en la guerra contra el terrorismo, incluso lo que pasa en Lugo.

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