El pasado martes despedíamos a Gabriel Anaya Gómez. Lo hacíamos en la intimidad, debido a la situación actual, buscando no poner en riesgo a todos los que hubieseis querido acompañarnos.
Toda su familia agradecemos las muestras de cariño recibidas por distintos medios.
Simplemente quisiéramos pedir a los creyentes una oración, y a todos que permanezca en vuestra memoria.
Te recordaremos siempre, Gabi.