Es tiempo de encuestas

A la izquierda, el que se va. A la derecha, la que viene. TOÑO PARGA
photo_camera A la izquierda, el que se va. A la derecha, la que viene. TOÑO PARGA

(*)

ES TIEMPO DE encuestas telefónicas. Prepárense ustedes a recibir en su domicilio la llamada de una agradable señorita preguntándole por diferentes cuestiones relacionadas con el día a día del lugar en el que vive con el fin de conocer el grado de satisfacción que tiene sobre la gestión realizada por el gobierno municipal. Al principio serán preguntas un tanto abstractas que se van concretando a medida que pasa el tiempo para llegar finalmente a la cuestión principal, la que desea saber la persona que contrató la realización de esa encuesta, que no es otra que saber qué piensa de un determinado candidato y cuál de los partidos que concurrirán a las elecciones es su preferido para depositar en él su confianza.

Los comicios municipales están a tiro de piedra y si alguna formación política aún no ha realizado su encuesta particular lo hará en breve. Este es el caso del BNG de Monforte, o por lo menos así se intuye, ya que más de un monfortino recibió esa llamada, la de la encuestadora, para saber sobre ese grado de satisfacción ciudadana para finalizar la lista de preguntas con una tan directa como ¿qué le parece Alicia Cadarso como candidata del partido nacionalista a la alcaldía?.

Podemos pensar que se desea saber si los vecinos aún se acuerdan de ella. Fue concejala entre los años 2003 y 2011. En esos ocho años llevó las riendas del área de cultura con normalidad, sin sobresaltos. Persona muy sociable y apreciada, es también muy conocida por su trabajo, pues está en el servicio de rehabilitación del hospital comarcal.

El BNG parece tener claro que debe ser su candidata, pero desea saber qué opinan los votantes, tal vez para convencer a Alicia Cadarso de que es la persona ideal para encabezar una lista que se ha quedado, y no me cansaré de decirlo, huérfana con la marcha de Severino Rodríguez Díaz, cabeza visible de la formación y líder indiscutible desde el año 2003.

Mientras parece que las cosas se van aclarando en esta formación política, los de Anova Lemos ejercen de buenos gallegos. Sus responsable en Monforte señalaron que no han decidido, por el momento, apoyar ninguna de las opciones que se presenten a las elecciones porque no ven que sean verdaderamente rupturistas y comprometidas con el pueblo. Ello, añadieron, no quiere decir que cierren la puerta definitivamente. Han dicho que en un futuro pueden llegar a apoyar como organización a alguna de las iniciativas que han surgido en la ciudad del Cabe.

O sea, que no sabemos si suben o bajan. Lo que parece meridianamente claro en todo esto es que carecen de gente para concurrir con ciertas garantías de éxito a las elecciones, y cuando hablo de éxito quiero decir obtener al menos un concejal.

Llegados a este punto, también tenemos que preguntarnos qué pasa con el colectivo vecinal Esperta Monforte!. Desde la asamblea celebrada a principios de diciembre no hemos vuelto a saber nada de ellos, solo que se reúnen al menos una vez a la semana para avanzar en el programa de acción política y para buscar cabeza de lista y candidatos para confeccionar una lista que les permita entrar en la corporación municipal monfortina.

De esas juntas han salido, me han comentado al oído, tres nombres para liderar esta aventura, pero quien tiene más posibilidades de ser el elegido, me han susurrado, es Maribel García, la exportavoz de la plataforma en defensa de la sanidad pública de Monforte, por su visibilidad.

Con ello quiero decir que es conocida entre la población por haber liderado ese movimiento ciudadano creado para impedir que el hospital comarcal perdiese autonomía y servicios.

Lo que desconozco es si Esperta Monforte! ha recurrido a las encuestas telefónicas para conocer su posible futuro, pero esos que me susurran al oído me han dicho que creen que no. La causa es que no cuentan con presupuesto. !Maldito dinero¡.

Cruce de acusaciones por el bar de la plaza de abastos

El arredentarario del bar de la plaza de abastos de Monforte lo deja. Llevaba dos años al frente del establecimiento y se muestra hastiado. Dice que el Ayuntamiento, propietario del local, no le ha echado ni una mano. Bueno, por echar no le ha echado ni el dedo meñique. Las instalaciones son de juzgado de guardia, con un sistema de iluminación obsoleto, uno de calefacción que funcionaba al revés o incluso con goteras por la deficiente ejecución del proyecto constructivo.

La concejala de promoción económica, la nacionalista María Xosé Vega, no ha querido quedarse callada ante estas quejas y ha lanzado sus dardos contra el hostelero, al que veladamente ha acusado de falta de profesionalidad e iniciativa, como si ella hubiese trabajado toda la vida en este sector y supiese perfectamente de lo que habla. Solo un apunte, el hostelero en cuestión es Damián Seijas, ganador de varios concursos nacionales como barista por sus combinados de café.

Pasos a nivel, una lacra del pasado que sigue ahí

Lo hemos visto el miércoles. Sucedió en San Clodio, capitalidad del municipio de Ribas de Sil. Una furgoneta fue arrollada por un tren cuando cruzaba un paso a nivel en el que, presuntamente, no funcionaron los sistemas de seguridad, no bajaron las semibarreras automáticas. Por suerte no hubo que lamentar daños personales.

Estos cruces entre carreteras y vías férreas se antojan anacrónicos, una lacra si echamos cuenta de las personas que perdieron sus vidas en alguno de los cientos que salpican las líneas del ferrocarril. En el casco urbano de Monforte, existen seis con semibarreras automáticas y hasta ahora no se ha hecho nada para eliminarlos. Bueno, para ser más preciso debo decir que sí hay un proyecto para suprimirlos, consistente en hacer una variante ferroviaria, pero tal plan forma parte de otro más grande, el del tren de velocidad alta entre Ourense y Lugo que no sé si mis hijos llegarán a ver hecho realidad.

(*) Mantense o idioma orixinal do artigo, publicado na edición impresa de El Progreso do sábado, 10 de xaneiro do 2015.

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