La conciliación es uno de los grandes problemas a los que se enfrentan las familias pontesas durante los fines de semana, cuando los centros educativos de la localidad echan el cierre, pero no así sus puestos de trabajo.
Por eso, un año más, el Concello de As Pontes ha querido poner en marcha un programa que busca ofrecer alternativas de ocio y aprendizaje a los más pequeños cuando sus padres están ocupados.
Esta propuesta, que arrancó hace apenas unas semanas y se prolongará todos los sábados hasta el 28 de abril, en horario de 10.30 a 13.30 horas, se desarrolla en el espacio infantil Picariños -el año pasado se celebraba en la Casa Dopeso-, donde sus monitores se encargarán de entretener a los asistentes.
«El año pasado cada sábado proponíamos una actividad diferente, pero en esta nueva edición va a ser novedoso, ya que estamos aplicando el método pedagógico Montessori», explica Laura Román, la dueña de Picariños.
Los asistentes, con edades comprendidas entre los dos y los doce años, aprenden y juegan a través del método Montessori
Así, durante este mes, los participantes, que deben tener edades comprendidas entre los dos y los doce años, aprenderán a ordenar y clasificar.
Las sesiones de noviembre y diciembre se dedicarán al desarrollo psicomotriz, donde los pequeños tendrán la libertad de escoger el material con el que quieren trabajar, una de las normas de un método que, tal y como explica Laura, «se aplica en muchos centros privados, no así públicos, ya que es bastante caro».
«En enero y febrero nos dedicaremos a profundizar en las matemáticas y la alfabetización. El mes de marzo lo destinaremos a las actividades sensoriales y, en abril, a la práctica diaria», añade Laura, esperanzada en que tanto los niños como los padres vayan viendo avances en su aprendizaje a lo largo de este programa de conciliación.
Para asistir no es necesario apuntarse con antelación. «Tenemos un total de 35 plazas, pero cada sábado puede asistir quien quiera, se pueden inscribir en el momento», indica la propietaria de Picariños, quien explica que los asistentes van variando «en función de las necesidades de conciliación que tiene cada familia».
Además de divertirse y aprender a través de todo tipo de juegos y actividades, los pequeños asistentes también disfrutan de un tiempo de esparcimiento, en el que comparten un tentempié con sus compañeros. Todo es poco para que los niños puedan pasar una entretenida mañana de sábado.
