Antonio Rigueiro: ''O futuro da serra do Courel é que sexa parque natural''

Su pasión es investigar la naturaleza. Es catedrático de Producción Vegetal de la USC y, desde junio, director de la estación científica de O Courel, desde la que trabaja sobre la formación, divulgación e investigación en espera de la anhelada declaración de parque natural.

Antonio Rigueiro (Foto: TOÑO PARGA)
Antonio Rigueiro, antes de leer el pregón de la Festa da Castaña (Foto: TOÑO PARGA)

 

es de las personas más apegadas a su tierra en todos los sentidos. Trabaja y vive para ella, tanto desde su profesión en la Universidade de Santiago de Compostela (USC) como en su vida particular, que empezó en Vilameá (O Incio), en pleno Val do Mao, enlazado con la sierra de O Courel. La conoce y vive desde niño, por lo que no duda en decir que es la esencia de la montaña gallega, enclave perfecto para continuar con sus múltiples facetas desde la dirección de la estación científica que tiene la USC en la localidad de Seoane. Fue designado para ese reto en junio y ya trabaja a fondo en la planificación de programas para vecinos y foráneos. Irán desde la formación hasta la investigación con la máxima de la divulgación. Antonio Rigueiro pasa ahora más que nunca varios días al mes en O Courel. El sábado pasado fue a Seoane a pregonar la XXVI Festa da Castaña, primera edición con la declaración de Festa de Interese Turístico.

¿Qué tal la experiencia como pregonero en un sierra tan querida por usted para ensalzar su producto estrella?

Sentí una gran satisfacción por participar en una fiesta tan entrañable y emblemática para los vecinos y muchísimas personas de fuera, lo que es muy importante, porque hace una gran función divulgadora de la sierra. Es un homenaje a un fruto que fue base del sustento vecinal durante muchos años y que, poco a poco, vuelve a ser un referente para la economía de la comarca. Eso espero y en ese sentido también trabaja la USC.

En el pregón repasó la historia de la sierra, aludió a sus sensaciones y se centró en la castaña.

En primer lugar, quiero agradecer, como dije en el pregón -que fue compartido con la periodista Manola Porto-, a las gentes de O Courel por conservar la naturaleza, el paisaje y las tradiciones para que ahora puedan disfrutarlas las generaciones actuales y las futuras. Recordé que en 1901, el autor del libro Flora de Galicia, Baltasar Merino, recorrió esta zona a caballo de una mula, sierra que supone el 2% del territorio gallego y que recoge la tercera parte de las plantas presentes en Galicia. En cuanto a la castaña, apunté que O Courel es la zona de castaños más abundante de Galicia, un árbol que sería el idóneo para tener como emblema de la comunidad como ocurre en otros en países, tales como Canadá o Argentina. Por eso, hablé de sus orígenes, en la Edad Media, hasta que la castaña fue desbancada por la patata en el siglo XVIII. Hoy no es el recurso fundamental y por eso en muchos de los bosques no se hacen las labores de mantenimiento ni se actúa contra las enfermedades, que están haciendo bastante daño en O Courel, porque se pierden castaños y se deja paso a los robles, pues los primeros se plantaron inicialmente en las áreas ocupadas por los segundos.

¿Cuáles son los problemas que sufren los castaños y qué soluciones se pueden adoptar?

Hay mucha preocupación porque hay demasiadas zonas donde hay mucha afección de la tinta, que entra en el castaño por las raíces hasta obstruirle los vasos por los que circula la savia. Hay que responder con fungicidas, pero no se hace. Sería mejor injertar híbridos resistentes a la dolencia, sobre la que se trabaja desde los años 20 del siglo pasado, pero también se experimenta ya en Galicia con castaños del país. No sería extraño que en breve haya plantas de ese tipo en los viveros. Otro de los grandes problemas es el llamado cáncer, producido por un hongo que ataca incluso a los resistentes a la tinta. Hay vacuna, pero sobre todo hay que podar con materiales desinfectados para que no se propague.

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