La pandemia cambia los gustos de los ladrones de viviendas

Sin duda, las actuales restricciones y los continuos cierres perimetrales han impedido que muchos propietarios puedan acceder a sus segundas residencias. Por lo tanto, esto ha propiciado que no tengan forma de saber si se ha producido un robo en su interior o cualquier otro incidente que merezca toda su atención.

Así, según el informe ‘Estamos Seguros’, tanto el confinamiento de la pasada primavera como las limitaciones de movimiento actuales han ocasionado que el interés de los ladrones se centre en las viviendas vacacionales situadas habitualmente en el litoral, mientras que ha bajado el número de incidentes registrados de manera significativa en la comunidad de Madrid.

Mientras que la tendencia es claramente ascendente en otras provincias y localidades como Girona, Sant Cugat del Vallès, Barcelona, Mataró, Reus, Badalona, Santa Coloma de Gramanet, Murcia, Rubí o Torrevieja. Además, los importes suelen ser elevados favorecidos por el hecho de que los delincuentes no temen ser sorprendidos por los dueños y ‘disponen de más tiempo y calma para operar’.

Por lo tanto, parece claro que estas viviendas residenciales necesitan de forma urgente un seguro de hogar que pueda ofrecer garantías a los propietarios frente a esta clase de imprevistos. Además, no podemos pasar por alto el hecho de que cualquier contingencia en la instalación eléctrica, en el suministro de agua o en los electrodomésticos puede derivar en un percance doméstico de magnitud pues la mayor parte del año no hay nadie presente que pueda avisar oportunamente del contratiempo.

De esta manera, las aseguradoras han desarrollado productos específicos para este tipo de casa que se enfrenta a unas necesidades diferentes a las que encontramos en una vivienda habitual. 

Pero, como decíamos, aunque las casas situadas en las zonas costeras han acaparado gran parte del interés de los ladrones, también aquellas segundas residencias ubicadas en ambientes rurales de nuestro interior, como las provincias cercanas a Madrid, como Toledo o Guadalajara, destacan entre los primeros puestos de las zonas más concurridas por los cacos actualmente. En el lado opuesto, sobresalen Ceuta, Las Palmas y Teruel que han registrado un menor volumen de robos. 

“La pandemia del coronavirus ha cambiado muchas cosas. Entre otras, los patrones de delincuencia”, aseguran los autores de este documento.

Dicho informe ha sido elaborado a partir de los datos aportados por 27 aseguradoras que protegen 11,8 millones de viviendas ubicadas en España y que han informado de un total de 78.000 robos ocurridos en inmuebles entre el verano de 2019 y el de 2020.

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