Poco antes de la cuarta corrida de la tarde de este 28 de diciembre, Dia de los Santos Inocentes, se tomó como una inocentada la suspensión de la temporada taurina en Cali por parte del Ministerio del Trabajo de Colombia. Lo que para unos era una chanza, resultó ser una realidad ya que el Gobierno del presidente Gustavo Petro determinó cancelar esos festejos porque en los mismos se incluyó dentro de la programación la participación del menor de edad Marcos Pérez, de 15 años, en la corrida de toros del jueves y de la niña Mantilla Lemus en el marco de la actividad llamada Amazonas.
Petro personalmente le ordenó a los alcaldes de Colombia “suspender actos donde exista el maltrato animal”.
La orden de la cancelación de todas las actividades en la Plaza de Cañaveralejo los días 28, 29 y 30 fue tras una acción de tutela interpuesta por el concejal del Partido Alianza Verde, Terry Hurtado, donde exigía prohibir la presencia del torero Marco Pérez. El derecho en el que basa el ministerio la suspensión está consagrado en el artículo 44 de la Constitución Política que establece que los niños serán protegidos contra la explotación laboral o económica y trabajos riesgosos.
El alcalde Jorge Iván Ospina celebró, y ordenó el cierre inminente del recinto. “Las corridas son deplorables, pero nada es más aberrante que poner a niños a torear”, expresó el mandatario.
Los organizadores de la temporada taurina hicieron unos ajustes a la programación que llevó a excluir al joven torero, cuya presentación era esperada. El empresario español Alberto García, director de Tauroemoción, explicó que "la normativa establece que la profesión de torero es un trabajo de alto riesgo por lo que los menores de edad no pueden participar".
En Colombia se quedaron así con las ansias de ver al joven de 15 años Marcos Pérez, nacido en San Esteban de la Sierra (Salamanca).
