A MÁS DE 2.000 kilómetros de su lugar de nacimiento, son varios los gallegos que se encuentran estos días en el norte de Italia viviendo una situación "inesperada" con la llegada del coronavirus. Viven en las regiones de Lombardía, Piamonte y Véneto —afectadas por el virus— y explican que en cuestión de días la situación ha cambiado drásticamente. Algunos incluso relatan que en el momento actual resulta incluso difícil encontrar mascarillas y geles en las farmacias para poder evitar el contagio.
Aunque en las calles por el momento se vive "aparente normalidad", en algunos supermercados de los distintos núcleos en los que viven ya se ven estanterías vacias y gente con prisas por hacer compras grandes por si se quedan aislados por el virus. Cuentan también como se ha suspendido el transporte público, los partidos de fútbol y las clases durante toda la semana.
En este momento, en el que ya son once municipios en Italia los que se encuentran en cuarentena con casi 150 contagios, son también muchos los que se plantean abandonar sus vidas allí y regresar a España.
También dice que aunque no ve a mucha gente por la calle con protección para evitar el contagio, "en las farmacias ya no quedan mascarillas ni geles". Este fin de semana estuvo en Padua (Véneto) en la provincia donde se produjeron varias muertes por el virus, y vio "aparente normalidad en las calles". Ante la situación que están viviendo los españoles que se encuentran de Erasmus allí, explica que sus "padres les están pidiendo que regresen a casa" pero por el momento no lo contemplan como una opción.
Explica también que "ya hay quienes han hecho compras grandes" ante el miedo a quedarse aislados por la llegada del virus, y que ahora mismo se puede ver que "muchos supermercados están vacíos". Según la lucense, "las mascarillas y geles ya hace tiempo que se acabaron en las farmacias" y es casi imposible encontrar cualquier producto de protección para evitar el contagio. Pese a todo, asegura que "no se plantea cambiar su modo de vida" ni el de su familia por el virus, y que la situación no le parece "tan alarmante como se pinta en los medios".
La ourensana también cuenta como amigos y conocidos suyos ya han tomado la decisión de regresar a España, por el miedo ante un posible contagio. Sin embargo ella se muestra positiva y afirma que no contempla por el momento regresar a casa. "La gente se está alarmando demasiado" concreta la estudiante. Pese a ello, también confiesa que en su casa en Parma ella y sus compañeros ya están "haciendo una compra grande por si nos quedamos aislados".
Él y sus compañeros tenían planeado un viaje la próxima semana a varias ciudades del norte de Italia, entre ellas Milán o Venecia, pero ante las últimas noticias que llegan de la zona afirman que "pensamos cancelar a viaxe debido ás alertas". Añade también que en los aeropuertos italianos la seguridad es máxima, y que realizan varias pruebas para comprobar si los que intentan acceder o salir del país portan el virus.
Siguen el avance de la epidemia por Twitter, pero no hallaron un gran despliegue, "non é como cando había alerta terrorista", con policías por todas partes, aunque afectó a sus actividades. "Tiñamos entradas para o fútbol o sábado e suspenderon a xornada no norte de Italia". Su madre le aconsejó comprar jabón de manos y mascarillas, pero estaban agotados en las farmacias. "Paréceme que hai alarmismo ante algo descoñecido", pero afirma que no ven preocupación en la calle, aunque sí notan que hablan del coronavirus, pero ellos no tienen síntomas: ni tos ni fiebre, "nin estivemos xunto de xente que tosera". Este domingo visitaban el Duomo de Milán con normalidad y este lunes regresan con la esperanza de "non levar ningún virus para a casa".