El pasado 30 de noviembre se reportó la desaparición de Rosa Isela Castro Vázquez, una joven de 20 años. Sus familiares relataron que la víctima, con nueve meses de gestación, desapareció después de que una mujer la contactase por redes sociales y le ofreciese ropa regalada; fue vista por última vez en la zona conocida como Las Bajadas, donde quedó en verse con la supuesta altruista.
Días después la Fiscalía General del Estado informó de que el cuerpo sin vida y sin el bebé de Rosa Isela había sido localizado en el rancho Los Arrieros del municipio de Medellín de Bravo, una zona conurbada al puerto de carga y turístico de Veracruz.
Como parte de las investigaciones, la Fiscalía Especializada en Investigación de Delitos de Violencia Contra la Familia, Mujeres, Niñas y Niños, y Trata de Personas logró ubicar a dos personas, identificadas como Gonzalo y Verónica, que tenían consigo a una menor recién nacida, quien presuntamente sería la hija de la víctima.
Ambos fueron señalados como presuntos responsables de la desaparición y por el asesinato. Fueron presentados en audiencia inicial ante el juez del proceso y procedimiento penal oral del distrito judicial de Veracruz para que esclarezca los hechos. En tanto, el caso ha causado gran indignación entre la sociedad de un estado que ocupa la séptima posición en el nivel nacional en incidencia delictiva; tan sólo en el mes de octubre fueron denunciados 6.979 delitos.
En el mismo mes, Veracruz ocupó el segundo lugar en secuestro y conserva el primer puesto a nivel nacional en incidencia acumulada, según datos de la organización Causa en Común.
