El fiscal mantiene la petición de pena para Liñares y la rebaja para el resto de acusados

El chófer del expresidente de la CHMS confirma que fue contratado a dedo
Liñares, a su llegada a la Audiencia Provincial de Lugo. SEBAS SENANDE
photo_camera Liñares, a su llegada a la Audiencia Provincial de Lugo. SEBAS SENANDE

El fiscal mantiene la petición de cinco años de cárcel y seis de inhabilitación para Francisco Fernández Liñares, principal acusado en la pieza separada de la operación Pokemon sobre el pago de sobornos principalmente en el ámbito de la CHMS. Además, confirmó la rebaja de pena a 15 meses para los ocho empresarios que habían llegado a un acuerdo previo con el ministerio público a 15 meses. También rebajó la petición a tres años de prisión, por dilaciones indebidas, para el único acusado que no había confesado.

La Fiscalía sostiene que Liñares aprovechó su puesto para adjudicar contratos a cambio de dinero o favores a través del procedimiento negociado, previsto para contratos con un importe inferior a un millón de euros. Por su parte, el abogado del exconcejal pidió su libre absolución y volvió a poner en duda el proceso de instrucción. 

Liñares también quiso tomar la palabra y aprovechó su turno para referirse a la confesión que hizo, tras su detención, en un restaurante de Santa Comba: "Fueron 96 horas de presiones, amenazas y coacciones".

El abogado Evaristo Nogueira, defensa de Liñares, ha aprovechado las conclusiones finales para mostrar su descrédito hacia la "estrategia procesal" que han seguido los ocho empresarios que han dicho haber realizado pagos a su cliente y ha pedido la libre absolución para su cliente. 

"Tiene absoluta y total legitimidad esa estrategia procesal que todos hemos visualizado y escuchado en este plenario", ha manifestado Evaristo Nogueira, quien a renglón seguido añadió que "la validez jurídico-penal, para esta defensa" es "prácticamente nula". 

Es más, la defensa de Liñares apeló a varias sentencias del Tribunal Constitucional en las que se apuntan la "especial prevención" para realizar una condena cuando el principal argumento reside en el testimonio de quien pueda obtener una rebaja penal, lo que "adquiere" la necesidad de "reforzar los elementos de cargo ofrecidos por la acusación pública"

TESTIGOS. El juicio quedó visto para sentencia este jueves. El chófer de Liñares fue el testigo estrella de la tercera jornada del juicio que se celebra en la Audiencia Provincial de Lugo.  En su testimonio, el chófer de "Don Francisco", como se refirió al exedil lucense y expresidente de la Confederación Hidrográfico Miño-Sil, confirmó que Liñares le dio el puesto "a dedo", que estaba a sueldo de una empresa de ingeniería que tenía un contrato con la CHMS y que llegó a ir a Pontevedra a comprar marisco y angulas para llevárselas a un secretario general en Barcelona

El hombre, que antes había sido policía local interino en Lugo y no aprobó los exámenes a fijo, dijo, sin que nadie le preguntara y cuando ya había acabado la declaración, que él creía que había suspendido esa prueba porque no pagó.

Otro de los testigos estrella de la jornada es el actual director xeral de Mobilidade de la Xunta, Ignacio Maestro Saavedra, que era entonces el director técnico de la CHMS. En el juicio aseguró que el coche que usaba Liñares estaba dentro de las condiciones del contrato. También dijo que nunca recibió indicación suya para dar contratos, como miembro de las mesas de contratación.

En esta línea, los dos representantes de la empresa que pagaba el coche y el chófer dicen que era algo normal y que estaba dentro del contrato. 

DESFILE DE TESTIGOS. La confesión en la primera jornada de ocho de los empresarios acusados permitió aligerar bastante el desfile de testigos. Ya en ese primer día las partes renunciaron a varios de ellos, y la Fiscalía hizo este miércoles lo mismo con otros cuatro agentes de Aduanas, sobre todo porque las dificultades con las videoconferencias amenazaban con eternizar la sesión.

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