Varón de 54 años, del PP y funcionario, prototipo del alcalde lucense

Los futuros regidores populares y socialistas tienen una media de edad de 54 años, 45 los del BNG y 61 los independientes

Gato, Méndez, Campos, Ermida y Garrido. ARCHIVO
photo_camera Gato, Méndez, Campos, Ermida y Garrido. ARCHIVO

VARÓN DE 54 AÑOS, empleado público y candidato del Partido Popular es el prototipo del alcalde lucense que será investido el próximo 15 de junio en los 67 ayuntamientos de la provincia. La media edad de los futuros regidores es algo más elevada que la de la población lucense, que según las últimas estadísticas ronda los 50 años, aunque en algunos ayuntamientos se superan los 60.

A falta de que se cierren pactos en aquellos ayuntamientos de la provincia donde hubo mayorías absolutas el 26-M, el PP se hará con 31 alcaldías, las 30 en las que no precisará de apoyos y O Corgo, donde podría formar una coalición con Ciudadanos. La media de edad de los futuros regidores populares es de 54,8 años, similar a la de los 27 alcaldes socialistas que con toda probabilidad serán investidos dentro de dos semanas y que es de 54,4 años. Mientras, el BNG rebaja hasta los 45,5 años la media de los cuatro primeros ediles con los que va a contar en las corporaciones lucenses.

Finalmente, los cinco alcaldes independientes que se presume que serán investidos suben la media hasta los 61,8 años, sobre todo porque el que probablemente será futuro regidor de Monterroso, Antonio Gato, es con 74 años el más veterano de la provincia.

Los nueve alcaldes que no repiten tras el 26-M rebajan la media de edad, aunque dos de ellos son veteranos: Garrido en Sarria y Gato en Monterroso

En cambio, la alcaldesa más joven estará una vez más en las filas socialistas, ya que Mayra García, con 31 años, volverá a dirigir cuatro años el Concello de Trabada. De hecho, solo habrá siete futuros primeros ediles menores de 40 años. Así, además de García y otros regidores que revalidarán el cargo, como Roberto Fernández en Ribeira de Piquín, Rocío López en Lourenzá, María Loureiro en Viveiro o José Ángel Santos en Friol, también pasarán a dirigir concellos en Lugo otros jóvenes políticos como Ana Ermida en Barreiros o Fran Cajoto, en Foz.

PROFESIONES. El análisis del perfil personal de los nuevos alcaldes refleja que son mayoría los empleados públicos, aunque algunos llevan años en excedencia tras haber dejado sus trabajos para dedicarse a tiempo completo a dirigir sus ayuntamientos. Así, un total de 21 regidores son funcionarios o lo han sido, como es el caso de Gato Soengas, que se jubiló como profesor de primaria.

El PP vuelve a ser Alcaldesel partido con más empleados públicos entre sus futuros primeros ediles, con un total de once, algunos de ellos trabajadores de los concellos que van a dirigir, como es el caso del de Antas de Ulla, Javier Varela; Palas de Rei, Pablo Taboada; O Incio, Héctor Corujo, o Cospeito, Armando Castosa.

Mientras, en las filas del PSOE hay siete empleados públicos que serán alcaldes, la mayor parte de ellos personal de la Xunta, como es el caso de la futura alcaldesa de Vilalba, la médico de atención primaria Elba Veleiro, o de los actuales regidores de A Pastoriza, Primitivo Iglesias; Xermade, Roberto García, o Monforte, José Tomé. También hay un alcalde que es funcionario en Asturias, aunque está en excedencia, el fonsagradino Argelio Fernández.

Además, hay dos futuros regidores independientes titulares de plazas de funcionario, como el de Sarria, Claudio Garrido, o el de Becerreá, Manuel Martínez, aunque este lleva años en excedencia.

El sector primario, motor económico de la provincia, ocupa profesionalmente a un total de 18 futuros alcaldes. Así, varios de ellos regentan explotaciones ganaderas o agrícolas, como el regidor de Samos, Julio Gallego; el que será investido en O Corgo, Felipe Labrada, o los de Castroverde, Xosé María Arias, y Láncara, Darío Piñeiro. También hay seis veterinarios: el alcalde de A Pontenova y actual presidente de la Diputación, Darío Campos; la regidora de Triacastela, LasraOlga Iglesias; el de Cervo, Alfonso Villares; el de Begonte, José Ulla; el de A Pobra de Brollón, José Luis Maceda, y el de Sarria, Claudio Garrido.

Asimismo, hay otros futuros regidores con otras titulaciones o trabajos relacionados con el sector primario, como la alcaldesa de Lugo, Lara Méndez, que es ingeniera técnica agrícola, una profesión que comparte con el regidor de Friol, José Ángel Santos. Al margen del campo, también repetirá un alcalde vinculado al mar, el de O Vicedo, Jesús Novo, que es armador jubilado.

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Tras el sector primario, el mundo de la educación es el que aglutina a más futuros regidores, con un total siete, aunque todos ellos se encuentran en excedencia o jubilados.En la nómina de las futuras alcaldías lucenses hay varios profesionales de la abogacía, como los actuales alcaldes de Rábade, Francisco Fernández Montes, o el de Castro de Rei, Francisco Balado, mientras que las regidoras de Mondoñedo, Elena Candia, y Viveiro, María Loureiro, son licenciadas en derecho, pero no ejercen al tener dedicación exclusiva en sus ayuntamientos.

En el sector sanitario, además de la vilalbesa Elba Veleiro, figuran el médico y alcalde de Baleira, Ángel Martínez Puga; el regidor de Quiroga, que es ATS, y el de Carballedo, Julio Yebra, que es farmacéutico.

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Hay otros alcaldes que han trabajado de administrativos o economistas, como el de Xove, Demetrio Salgueiro, así como algunos que compatibilizan el cargo de regidor con la gestión de sus empresas, como es el caso del alcalde de Portomarín, Juan Serrano, que tiene en una granja avícola; el de Abadín, que es socio en una firma de productos lácteos, o el de Meira, Antonio de Dios, que regenta un bazar con su mujer.

Otros alcaldes que no se han jubilado de la política pero sí de sus respectivas profesiones, son los alcaldes de los municipios de Alfoz, Jorge Val, que trabajó en Alcoa, o el de Pantón, José Luis Álvarez, que fue bancario.

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