Los lucenses que este domingo madrugaron para ir a pasear por la orilla del río no daban crédito a lo que veían sus ojos: había un coche en medio del cauce, justo al lado del puente romano.
El vehículo llegó al río conducido por un joven se metió en el cauce entorno a las siete de la mañana. Una vez en el agua optó por salir del coche por la ventanilla y se fue andando a su casa.
Entró al Miño por la zona del camino del viejo lavadero, de modo que no corrió ningún peligro, dado que la pendiente de bajada al río es muy suave en ese lugar y que el nivel del Miño sigue siendo muy bajo debido a que ha llovido muy poco desde el verano. De hecho, el agua apenas llegaba a cubrir las ruedas del automóvil.
Después del suceso, el hombre, de 29 años, se dirigió a su domicilio, donde la Policía Local lo encontró sano y salvo con su madre, aunque mostraba un elevado grado de nerviosismo.
Agentes de la policía se desplazaron hasta la vivienda familiar y, una vez comprobado el estado del conductor, este domingo estaban a la espera de poder hablar con él para que conocer su versión de los hechos.
El vehículo fue sacado del río a media mañana de este domingo, una operación que nuevamente volvió a llamar la atención de los viandantes, muy sorprendidos con lo ocurrido. El automóvil fue arrastrado hasta la orilla desde el punto en el que lo dejó el conductor, ya que el río tiene poca agua en este momento y, por tanto, no había corriente para arrastrarlo.
Según ha podido saber este diario, la policía se desplazó hasta la vivienda familiar y está a la espera de poder hablar con él para que conocer su versión de los hechos.
