Los vecinos y comerciantes de la avenida Marqués de Ombreiro están de uñas por el impacto que creen que va a causar en la calle el carril bici y el enfado se multiplicó el viernes después de que la empresa que construye la senda ciclista empezara a colocar vallas avisando de la prohibición de aparcar y anunciando que se iba a empezar a multar a quienes estacionaran en la vía.
El aviso de las multas se colocó un día después de que la alcaldesa Lara Méndez anunciara que se iba a reunir con los vecinos para presentarles alternativas, así que la situación enardeció aún más a los afectados.
En cuestión de horas, el Concello obligó a la empresa a rectificar y retirar las vallas. El problema se dio, aseguró el gobierno, por un "malentendido" de la firma encargada de las obras.
Los ánimos soliviantados se calmaron en el barrio una vez que el gobierno forzó a la empresa a dar marcha atrás. A la vez, la regidora local insistió en que convocará a los vecinos para presentarles las alternativas que han propuesto los técnicos municipales.
La reunión no tiene aún fecha, pero se producirá en cuanto la agenda de Lara Méndez lo permita, según el gobierno local, que no ha detallado las alternativas que se estudian para reducir el impacto del carril bici en esa calle, pero sí ha apuntado que la idea es que se vean afectadas menos plazas de aparcamiento en la zona.
Marqués de Ombreiro no es la única calle que pierde plazas de estacionamiento por el carril bici
Con el diseño actual, según los vecinos, se perderán en torno a cien plazas, un problema serio porque muchas de las viviendas de esa calle no tienen garaje, de modo que los residentes se quedan sin alternativa para llegar a sus domicilios en coche, dicen.
Marqués de Ombreiro no es la única calle que pierde plazas de estacionamiento por el carril bici, pero es el lugar donde los vecinos se han mostrado más críticos. El Concello busca soluciones para preservar el mayor número posible de estacionamientos en esa vía, pero asume que se perderán plazas en el grueso de las vías por las que pasarán la senda, que recorrerá 14 kilómetros a lo largo de ocho barrios de Lugo.
El mayor impacto sobre el aparcamiento se da en los tramos en los que el carril bici queda señalizado como tal. Se trata de un tramo de aproximadamente la mitad del recorrido de toda la senda. En el resto del itinerario será del tipo de la que hay en la Ronda da Muralla, es decir una calzada de circulación convencional en la que los ciclistas tienen prioridad y el resto de conductores deben reducir la velocidad.
