Nuestra muralla ya no tiene fronteras. Lucía Zamora Pérez y Martín Sánchez Patao —los dos niños ganadores este año de los premios convocados por El Progreso— son una buena muestra de ello. Para estos chicos ourensanos, la muralla de Lugo ya forma parte de sus vidas. En redacción o dibujo, Lucía y Martín son ahora los mejores embajadores del monumento aguas abajo del Miño.
Para Martín, de 10 años, el viaje del viernes a Lugo, a la entrega de los premios, fue el primero que hizo a Lugo, una ciudad de la que no tenía la más mínima referencia hasta que decidió participar en los Premios Muralla, en la categoría de dibujo, que finalmente ganó. "No vi todavía la muralla. Debe de ser muy chula. ¡Me la imagino como una explanada grande! El dibujo lo hice a través de fotos. Realmente, es difícil dibujarla porque tiene muchas casas alrededor", explica.
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Martín se entretuvo durante el confinamiento dibujando. Ya le gustaba de antes. Se pasaba horas y horas con sus superhéroes copiados e inventados. La producción pictórica fue mucho más intensiva cuando se vio encerrado en casa por la pandemia y, entre esos dibujos, estaba la muralla.
A Lucía, los Premios Muralla le brindaron la oportunidad de recordar sus primeros años de vida en Lugo. Esta niña, que estudia quinto, llevó a la redacción premiada sus memorias de aquella muralla que veía de pequeña. "Quise escribir lo que veía cuando vivía en Lugo", dice ahora, cuando lleva años viviendo en Ourense.
Lucía reconoce que no se esperaba llegar a ser la ganadora de la categoría de redacción. Ahora que ya lo es, afirma que le hizo una gran ilusión. Especialmente, porque, con el premio en el bolsillo, tiene la oportunidad de ir a París y ver la torre Eiffel.
