RAFAEL MONTE | DIRECTOR ASISTENCIAL DEL ÁREA SANITARIA

"No solo vamos a estar pendientes de A Mariña porque en todas partes hay riesgo de rebrote"

Cuando se cumplen tres meses de estado de alarma debido a la pandemia de Covid-19, el doctor Monte dice que ahora la provincia está limpia pero que no se puede bajar la guardia
Rafael Monte. XESÚS PONTE
photo_camera Rafael Monte. XESÚS PONTE

Llevaba tres meses en el puesto de director asistencial cuando se inició la pandemia, en la que ha ejercido de portavoz para el área. El Covid-19 ha sido una prueba de estrés sin precedentes para el sistema sanitario y Lugo ha respondido bien.

Entre las razones que se apuntaban para explicar la baja letalidad del Covid-19 en Lugo se incluía la baja transmisión. Sin embargo, se ha visto que ha circulado incluso más que en otras provincias. El estudio de prevalencia estatal indica que los lucenses tienen más anticuerpos que otros gallegos ¿qué significan esos datos?
El del Ministerio es un estudio de núcleos familiares, de forma que si encuentras un positivo es fácil que los convivientes sean positivos también. Esa es la razón de que la prevalencia de ese estudio sea algo superior al autonómico. De todas formas, ambos van un poco en el mismo sentido y muestran que Lugo no es la provincia gallega cuya población es la que menos anticuerpos ha tenido. A la luz de los casos que habíamos visto parecía que era así, pero resulta que sí ha habido una transmisión comunitaria similar a la de otras provincias. Y es verdad que los hospitales de Ferrol, A Coruña y Santiago han tenido bastante más afluencia que nosotros.

¿Por qué se ha controlado aquí la afluencia a los hospitales?
Es difícil que se deba a un solo factor. Creo que el control ambulatorio de los casos de riesgo aislados en su domicilio que pudimos hacer aquí con el Telea y con la participación de Primaria es importante. Si eres capaz de hacer un control efectivo en domicilio, que esos pacientes se vean arropados, secundariamente se bloquean mucho menos las urgencias hospitalarias porque son pacientes que seguramente si hubieran venido al hospital hubieran tenido que ingresar. Las condiciones estructurales del hospital influyen también. Este es un hospital que admite ‘barullos’ sin que dé sensación de agobio. El factor suerte sí hay influido y también que íbamos siempre quince días por detrás de lo que pasaba en otros sitios. Se cerró pronto el hospital, se limitó la actividad, al personal no esencial se le mandó a casa y se organizaron turnos. Es importante porque los sanitarios, en parte por desconocimiento inicial de cómo enfrentarse a la enfermedad y porque en algún momento los Epis estuvieron comprometidos, era fácil que fuéramos vectores de transmisión. Hay hospitales que recibieron el primer golpe muy de repente y con gente muy grave. Ferrol, A Coruña... en una semana bloquearon la Uci porque ingresaron en ese período 30 pacientes muy graves. Aquí eso se hizo más paulatinamente. No nos sepultó. Quizás influyó la capacidad de diagnóstico. Y, por supuesto, la gestión de las residencias, clave para explicar los resultados. Hemos tenido casos, pero muy pocos, gracias al trabajo que ya había hecho Geriatría con las residencias y a la disciplina de los centros, que fue espectacular.

Se habilitaron nuevos espacios, como la apertura de unidades de hospitalización que nunca se habían llegado a usar, se compraron ventiladores para Uci y Reanimación... Eso ahora se mantiene.
Sí, claro. Y aprovechamos para hacer modificaciones estructurales en la Uci de forma que ahora todos los boxes están cerrados. También en Reanimación. Eso da mucha tranquilidad al trabajador. Cambiar cualquier cosa en el hospital cuesta la vida. En esta etapa se cambiaron cosas de un día para otro que en cualquier otra situación hubieran llevado meses, pero es que todo el mundo remaba hacia el mismo sitio. Muchas veces los servicios del hospital funcionan como departamentos estancos, con poca relación entre ellos. Estos meses se formaron equipos multidisciplinares, con gente de distintas especialidades trabajando muy en grupo, con un objetivo común. Fue algo muy importante. Pensando que iba a caer gente enferma y habría bajas, hablamos con gente de especialidades que podían ser afines y estaban en cola para asumir el puesto del que pudiera enfermar. Mientras, recibían formación de cómo ponerse Epis, dinámica de valoración de los enfermos... Ese trabajo de equipo, echando horas y horas, fue algo digno de ver.

Parecía que en Lugo había habido una transmisión comunitaria menor a la de otras provincias pero no fue así

Últimamente han detectado casos importados o diagnosticado a un paciente que se infectó hace ya tiempo. Pero esta semana se detectó un caso nuevo y reciente ¿Hay transmisión comunitaria?
Creo que no y que no la hay en toda Galicia.

¿Por qué es tan importante saberlo?
Es lo que te da una idea de si puedes reanudar la actividad asistencial. Nosotros lo hemos hecho, llegando a consensos con los servicios que ahora se incorporan al tablero, que son los quirúrgicos y aquellos que no estaban en primera línea de Covid-19. De cómo vaya la incidencia hay que estar muy pendiente porque si hay un rebrote tendremos que replegar velas. Esto ahora está controlado por Salud Pública, que da datos actualizados de cuántos casos por concello se registran cada tres, cada siete, cada 14 días... para ver cómo está la situación. Eso al margen de la información que tenemos nosotros, que cada vez que hay un positivo sabemos dónde se produce. En función de esa incidencia te planteas si la semana siguiente o a los 14 días puedes dar un paso más.

¿Y lo que ve es que los ayuntamientos de la provincia están limpios?
Están limpios. No hay ningún caso nuevo al margen del de esta semana. Hace semanas que no tenemos casos activos con clínica reciente. Aquí no se trata de que haya uno, sino de que aparezca uno, a los cinco días haya diez, a los siete sean ya quince... hay que estar muy encima.

Ahora nos movemos dentro de la comunidad y dentro de poco entre comunidades. Desde el principio de la desescalada se lleva advirtiendo de lo que va a suponer la llegada de gente de otras comunidades con más prevalencia de Covid-19. ¿Contar con esos datos por municipios implica centrar la atención en determinados zonas? Es decir, ¿se va a pasar el verano con el ojo puesto en los concellos mariñanos, por ejemplo?
En los mariñanos y en todos. El otro día hablábamos aquí de esto mismo, de si nos concentraríamos más en A Mariña porque es una zona de vacaciones. Pero es que a Sarria viene mucha gente de Barcelona; a A Montaña, muchos de Barcelona y Bilbao; a Monforte, también de Barcelona... así que hay que estar con el ojo en todos. Quizás en A Mariña más, pero riesgo de rebrotes lo hay en todas partes. Esta es una provincia que en verano recibe mucha gente que se ha ido a vivir y trabajar a otras y que vuelve por vacaciones, así que se harán PCR y PCR a todo el mundo con síntomas.

Se piden ahora unas cien al día, todas negativas, pero se tendrán que multiplicar...
No va a haber problema con eso. La capacidad de diagnóstico del laboratorio de Microbiología ha aumentado y se están haciendo en menos de 24 horas, que fue uno de los requisitos del Ministerio para poder pasar de fase. También hay idea de hacer otro cribado entre las residencias de mayores.

¿Por qué?
Por si hay modificaciones en los resultados con respecto al anterior, que se hizo cuando estaban aún cerradas. Ahora empieza a haber actividad, visitas...
 

"La incidencia de gripe bajará este año" 
¿Qué pasará cuando llegue el otoño, catarros, la gripe, virus cuyos síntomas se parecen?
Hay cosas que no vamos a poder modificar y una es los dobles circuitos de pacientes respiratorios y no respiratorios. Creo que vamos a tener que organizar el hospital de día de procesos para atender ahí a pacientes respiratorios, no se lo podemos dejar todo a Urgencias. Para eso vamos a tener que mover de allí los tratamientos biológicos, para no mezclar a pacientes inmunodeprimidos con pacientes respiratorios, buscar otra ubicación y hacer dobles circuitos. Y después, independientemente de si va a haber pacientes con coronavirus en octubre, el miedo a que un paciente con tos tenga coronavirus en un momento en el que todo el mundo tiene tos, va a estar ahí. Así que la capacidad diagnóstica de Primaria tiene que estar activa al cien por cien. Para cuando coexista con la gripe, que viene un poco más tarde, en diciembre o enero, tendremos que valorar que si Primaria puede hacer PCR para coronavirus la pueda hacer también para la gripe.
Y distinguir desde el primer síntoma.
Claro. De todas formas, no creo que este año vayamos a tener la misma incidencia de gripe y de infecciones respiratorias que otros inviernos y eso es algo que nos puede salvar.
¿Por qué?
Por las mascarillas y medidas de prevención e higiénicas. Iremos todo el invierno con mascarilla. La tasa de vacunación de la gripe se va a disparar, entre la población general y también entre los profesionales.

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