El sector del transporte en Lugo disminuyó un 70% su actividad en el estado de alarma

La mercancía sale de Lugo hacia otros puntos de España, pero no existen cargas de retorno y los precios van a la baja
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photo_camera Transportistas de Transleche. VICTORIA RODRÍGUEZ

Las empresas transportistas de la provincia lucense disminuyeron su actividad en alrededor del 70% en el estado de alarma, según indica José Fernández, vicepresidente de la Asociación de Empresarios de Transporte Discrecional de Mercancías (Tradime) de la provincia de Lugo.

El sector transportista se vio hasta ahora mayoritariamente afectado por un descenso en la carga de trabajo, con excepción de aquellas empresas integradas en grandes plataformas logísticas y los autónomos que trabajan con sus propios vehículos en las de mensajería. Esta reducción se registra pese a ser uno de los sectores esenciales desde el inicio de la alerta sanitaria motivada por la Covid-19, como quedó patente con la distribución de alimentos.

Espejo de la economía

"O sector do transporte é o principal espello de como funciona a economía, e cando vai mal somos os primeiros afectados", explica Moncho Díaz, responsable de tráfico de Transleche, del Grupo Leite Río, quien califica de «bastante lamentables» las condiciones en que tuvieron que desarrollar su trabajo muchos transportistas durante los primeros compases de la crisis.

Generated by  IJG JPEG LibraryAppleMark"O noso grupo de empresas foi o primeiro en habilitar cociñas para facilitarlles comida, pero fóra de aquí botamos moito tempo que nas rutas era imposible coller un café, ou un prato de comida quente. Incluso non se podía nin ir aos baños ou ducharse", añade. "Querían que fósemos un servizo esencial, e así o fixemos, porque non se parou, pero a verdade é que en moitos sitios nos trataron daquela maneira", comenta.

Transleche dispone de 40 camiones propios, que dedican a la recogida en granjas, con rutas que salen todos los días de Lugo y regresan para traer la leche a las plantas lácteas. Los conductores van todas las noches a casa a dormir. A mayores cuentan también con chóferes que hacen rutas nacionales e internacionales, y estos pasan toda la semana fuera. "Ao mellor empezan o domingo e cando rematan e poden voltar á casa xa é venres. Nese espazo de tempo regresan a Lugo, pero cargan o vehículo e volven marchar". Las rutas se establecen según las necesidades y los pedidos.

Las empresas temen no poder mantener las flotas de vehículos y las plantillas si no se regresa a la total normalidad

Al principio de la pandemia se incrementó el trabajo. "Houbo unha demanda moi grande e rápidamente se agotaron todos os stocks que tiñamos nas fábricas", explica Díaz, pero luego "baixou moito o consumo, incluso en produtos esenciais como o leite. Ao mellor hai arredor dun 20% menos de pedidos que normalmente". "Non se move prácticamente nada de nada. Nin na construción nin en ningún outro sector. Non hai demanda e non hai cargas".

La restauración y la hostelería están entre los principales motores económicos y, sin embargo, "a algúns clientes hóubolles que recoller a mercancia dos almacéns, para que non caducase", añade. Al transporte también le afecta el parón del comercio. "Tampouco se moven roupa nin electrodomésticos, cando antes nas plataformas galegas se estaban cargando camións todos os días. Móvese o mínimo", comenta Díaz, quien agradece la implicación de los trabajadores del Grupo Leche Río y los transportistas colaboradores "polo esforzo no estado de alarma".

Como no hay mercancía para cargar los camiones en viajes de retorno "é maior a oferta de camións que a de cargas, e cando sucede esto os prezos sempre van á baixa". La bajada en el precio del gasoil ha sido de los pocos factores que dio algo de oxígeno al sector. "Hai empresas que sobreviven grazas a eso», comenta Díaz, quien considera que «subvencionar o gasoil axudaría ao sector".

"Ni héroes ni villanos"

"Ni antes de esta crise éramos villanos ni ahora somos héroes", comenta José Fernández, el vicepresidente de Tradime. "Sentimos el agradecimiento de la sociedad por nuestro trabajo, pero no así que el Gobierno nos ayude". El transporte es un sector esencial y Fernández considera que deben habilitarse medios básicos para que siga funcionando: "como hasta ahora hicimos, porque es nuestra obligación. El primer mes los chóferes fueron, como quien dice, a la guerra, sin protección".

Generated by  IJG JPEG LibraryAppleMarkFernández critica que al transporte no se le hayan aplicado medidas de ayuda que garanticen su viabilidad. "Los impuestos y la seguridad social los hemos tenido que pagar igual, Hasta el momento no ha habido ningún aplazamiento para los pagos de los vehículos que no están circulando y vamos a pagar el rodaje de este año íntegro, aún cuando la mitad de los coches están parados. El gasoil se ha estado pagando a treinta días y los costes estructurales siguen subiendo. Se incrementan hasta en un 50% los kilómetros rodados en vacio", explica.

"Pedimos que se tenga en cuenta a este sector, como lo pedíamos antes de la crisis. Solo reclamamos lo que es justo", añade. Como muchos otros transportistas el vicepresidente de Tradime considera que exactamente lo mismo que se ha hecho con las hipotecas se puede hacer con el leasing de un camión, con los rentings y con los préstamos que tienen las empresas. "Al menos deberían haberse pospuesto varios meses esas cuotas, hasta que se normalice esto", indica. El Gobierno "solo modificó" varios apartados del real decreto "para que podamos conducir más y descansar menos", añade.

Camiones parados, la ruina

José Ángel Varela. copropietario de Palés Muralla, explica que los camioneros se enfrentan al problema de los viajes sin retornos. "Aquí en Lugo temos mercadorías para saír. Hacia Madrid, a Santander, a donde nos dea a gana. Pero non hai cargas para as viaxes de volta. E os prezos do traxecto entre Lugo a Madrid, se despois está o camión parado tres, catro ou cinco días á espera da carga son a ruína. E se ves baleiro tamén é a ruína2.

Varela explica que la facturación en el transporte de palés se redujo en torno al 70% —pese a ser elementos indispensables para el transporte de la alimentación—, «e neste sector nin temos dereito ás axudas nin podemos vivir cunha facturación do 30%», añade.

Un sector atomizado

"El gerente de Transportes y mudanzas Latas, José Ramón Jove, afirma que: "nós, como distribuidores de mobles ás moblerías estamos coa actividade case ao 100% paralizada, e no tocante ás mudanzas pasa prácticamente o mesmo". Algunas empresas minoristas comenzaron a abrir tímidamente en la actual Fase 1 de la desescalada tras dos meses cerradas y sin ninguna actividad, pero la situación no ha mejorado mucho para la mayor parte de un sector muy atomizado.

"Hai quen pode pensar que só se precisa o material que vai aos supermercados, pero como mercadorías esenciais hai moitas máis que as dos frigoríficos", explica. "Non hai volumen xeral para poder traballar no conxunto do sector".

Los gastos siguen ahí

Antonio Vázquez, gerente de Transportes Teolindo, calcula que en su empresa el trabajo se redujo "en un 40%". Antes de la crisis trabajaban mucho para el sector de la restauración, y también para el de la carne, "pero eso ahora está todo cerrado", comenta este transportista. "A ver se non nos quedamos no intento, porque esto moi boas pintas non ten", añade. El trabajo disminuyó, pero los gastos no. Hay que pagar a los empleados, la seguridad social, seguros de los vehículos, el combustible...

La venta online dispara la mensajería
La actividad en algunas de las sedes lucenses de empresas de mensajería creció «en torno a un 73%», según indicó Mónica Chaos, empleada de la delegación lucense de MRV. "No damos abasto y pedimos a nuestros clientes que tengan paciencia", añadió esta mujer. Las transacciones a través del comercio electrónico son la principal causa del crecimiento de esta actividad, motivada sobre todo por la «compra de ropa y textil, sin que tenga pintas de disminuir», y también de aparatos electrónicos e incluso electrodomésticos, además de «mascarillas,geles hidroalcohólicos y productos desinfectantes» cuando se decretó el estado de alarma por la crisis sanitaria.
Correos
Hasta comenzar la desescalada, Correos solo prestó el servicio postal público obligatorio, con servicios esenciales que incluyeron fundamentalmente cartas y paquetes postales, giros, certificaciones y notificaciones administrativas. En este periodo la empresa postal gestionó una media diaria de 5.435.217 envíos y en su red de 2.395 oficinas postales en toda España, atendió a 78.646 personas de promedio desde la entrada en vigor del Estado de Alarma. La mayoría correspondieron a servicios de primera necesidad: principalmente el envío de dinero mediante giros postales, que creció respecto al volumen de giros que se gestionaba antes de la Covid-19, y los paquetes entre particulares Correos, también participó en más de 450 iniciativas solidarias por el Covid-19.

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