Robar 200 euros en la sede de Cáritas le cuesta dos años y medio de cárcel

La Policía Nacional halló sus huellas en una ventana y el hombre dijo que había entrado para ir al baño, pero el juez consideró "rocambolesca" su versión  El acusado tenía otras 14 condenas
Sede de Cáritas en Lugo, en la Rúa da Cruz. VICTORIA RODRÍGUEZ
photo_camera Sede de Cáritas en Lugo, en la Rúa da Cruz. VICTORIA RODRÍGUEZ

Un ladrón con más de una decena de antecedentes a sus espaldas fue condenado a dos años y medio de prisión por apoderarse de 200 euros en la sede lucense de Cáritas. El hombre negó los hechos, pero dejó sus huellas en el lugar del robo y no fue capaz de ofrecer una explicación razonable al respecto para defender su inocencia.

Tal y como quedó recogido en la sentencia, el suceso tuvo lugar en la tarde del 8 de mayo de 2019, cuando el acusado rompió la ventana de un despacho situado en la sede de la citada entidad benéfica y se apoderó de 200 euros en efectivo. El hombre –que ya tenía a sus espaldas al menos otras 14 condenas por otros tantos delitos de robo con fuerza o violencia, dictadas por diferentes juzgados de Lugo y Ferrol– fue identificado por la Policía Nacional y acabó detenido.

El ministerio público solicitó inicialmente para el presunto ladrón una condena de tres años de prisión, tras aplicarle al acusado la agravante de multirreincidencia, pero también una eximente incompleta, ya que el hombre "padece dependencia a opiáceos de larga evolución con repercusión psicofísica y conductual, así como vulnerabilidad y carencias sociales. En estas circunstancias, aun conservando el juicio de la realidad, es posible que su capacidad para adecuar la conducta pudiera encontrarse sensiblemente alterada", señaló.

El hombre negó los hechos en la vista oral, que se celebró en el juzgado de lo Penal número 2 de Lugo, pero el magistrado consideró probada la autoría y le impuso dos años y medio de cárcel.

Tras conocer la condena, el letrado de la defensa presentó un recurso de apelación ante la Audiencia Provincial de Lugo, que revisó el caso y confirmó la pena. La sala concluye que, aunque el resultado de la prueba dactiloscópica "no es absoluto", sí puede inferirse de la misma la participación del acusado. "Esta prueba determina, sin riesgo de error, la presencia de aquella persona a la que corresponden las huellas en el lugar de los hechos, y será a partir de esa irrefutable circunstancia si esa presencia tiene una explicación alternativa a la autoría de los hechos que se le imputan", explica. En este caso, el acusado aseguró que había entrado en la sede de Cáritas para ir al baño, pero sus huellas estaban en el embellecedor de una ventana fracturada, situada en un lugar alejado de los baños y cerrado con una puerta. "Estas", concluye el tribunal, "restan credibilidad a la explicación rocambolesca mantenida por el acusado".

Con respecto a la pena impuesta, la Audiencia Provincial de Lugo mantiene igualmente que, "basta un examen de la hoja histórico penal del recurrente para concluir la adecuación de la pena impuesta". Con estos argumentos el tribunal confirma la condena impuesta por el Penal número 2, que ya es firme. El acusado fue obligado además a indemnizar a Cáritas en 200 euros por el dinero que robó en el interior de su sede de la capital lucense.

Si no delinque más en dos años no ingresa en prisión

A pesar de sus múltiples antecedentes, el juez que le impuso al ladrón una condena de dos años y medio de prisión aceptó suspenderle la pena por un periodo de dos años, siempre y cuando no vuelva a cometer ningún otro delito de cualquier tipo en ese tiempo. De este modo, en un principio, el acusado no tendría que ingresar en un centro penitenciario por el robo en Cáritas.

PAGO DE LA RESPONSABILIDAD. Además de no delinquir durante dos años, para poder beneficiarse de la suspensión de condena, el acusado tendrá que abonar a la entidad perjudicada la responsabilidad civil de 200 euros y pagar también las costas del juicio.