Un gran manto de vegetación cubre como cada verano amplios tramos del río Rato, una situación que se produce debido a la escasez de agua –en parte debido al encauzamiento que sufrió hace décadas– y a la falta de sombras. La progresiva desaparición del bosque de ribera hace que el cauce reciba más sol y las plantas crezcan más, lo que produce una apariencia de abandono del río de la que este miércoles alertó el PP.
Especialistas como el director del Instituto de Biodiversidade Agraria e Desenvolvemento Local (Ibader), Pablo Ramil, advierten de que cortar las hierbas no acabaría con ellas sino al contrario, y que si lo que se quiere es reducir su presencia habría que devolver el cauce a su discurrir natural y recuperar la vegetación de ribera.
Sin llegar a plantear el corte o la retirada de la vegetación, el PP advierte de la imagen "case desoladora" que presenta el cauce. "É case imposible ver o río xa que a maleza cubre por completo o leito, algo que non é de onte, xa que por exemplo hai portóns nalgún caneiro que están totalmente cubertos. O problema é unha falta total de mantemento e un absoluto desinterese por coidar esta zona", afirma el edil Óscar Poy.
Esa falta de atención, denuncia el también diputado provincial, se percibe en otros aspectos, como la reducción del ancho del paseo en algunos tramos, debido al crecimiento de la maleza; la existencia de "buratos" y el deterioro de algunas estructuras, como algún puente de madera del que solo quedan los laterales. "É imprescindible unha actuación neste paseo, xa que a imaxe que deixa a lucenses e turistas non se pode permitir", afirma Poy. La presencia de turistas en esta zona es una muestra más del crecimiento que está experimentando el turismo en la ciudad y de que los visitantes también valoran el patrimonio natural.
Son los lucenses, sin embargo, quienes más usan este lugar para hacer deporte o para caminar. La zona fue objeto de mejoras en los últimos años, como la dotación de alumbrado público. Para después del verano está previsto el inicio de la construcción de un carril bici. En ambos proyectos están involucrados el Concello y la Diputación, aunque el mantenimiento ordinario corresponde a esta última, en concreto a Suplusa, sociedad que será suprimida tras la polémica gestión de los últimos años.
