La reforma del cruce entre la Ronda y San Roque abre la vía a peatonalizar una parte del Carril das Flores

Mobilidade no descarta cerrar el paso de los coches hacia el párking del supermercado y se ha decidido que San Roque no tendrá, pese a la previsión inicial, tres carriles en el tramo final y el paso hacia la puerta de San Pedro será más directo
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Las obras para reordenar el cruce entre San Roque y la Ronda pueden abrir la vía a peatonalizar el tramo alto del Carril das Flores, la entrada del Camino Primitivo a Lugo que se ha visto afectada en las últimas décadas por un serio proceso de degradación urbanística.

Rubén Arroxo, responsable del área de Mobilidade, confirmó que su departamento estudia ya esa peatonalización y avanzó que se contempla incluso cerrar el paso de coches al párking del supermercado desde San Roque.

El cierre del paso de coches hacia ese aparcamiento de momento es solo una posibilidad, pero es ya más sólido el proyecto para, al menos, semipeatonalizar ese histórico carril. La idea sería permitir el paso a los residentes en la calle que tienen allí sus garajes, pero cortar definitivamente el tráfico que aprovecha ese paso para dirigirse hacia Fontiñas, según avanzó el teniente de alcaldesa de Lugo.

La reorganización del tráfico se haría aprovechando el fin de las obras que se llevan a cabo en ese estratégico cruce, del que se acaba de eliminar el paso metálico que se había colocado de forma provisional y que acabó permaneciendo en el lugar treinta años.

La obra está permitiendo ensanchar el Carril das Flores y borrar la imagen de paso angosto y degradado que dio durante las últimas décadas. 

El momento de la reforma en esa vía coincide, además, con una época en la que ha crecido de forma exponencial la llegada de peregrinos y la reordenación del tráfico facilitaría hacer más seguro ese paso hacia el centro de la ciudad, además de cambiar la imagen del lugar en el que los peregrinos tienen su primer contacto visual con el centro.

La restricción del tráfico no sería, de hecho, la única medida para dar más seguridad y dignidad a ese paso entre la vía jacobea y el centro y Mobilidade ya ha determinado reconfigurar el paso hacia la puerta de San Pedro, evitando tener que cruzar la calle San Roque para llegar a la puerta de San Pedro desde la parte baja de A Mosqueira. Así, la idea es que haya un paso en diagonal que permita a los peatones dirigirse al espacio intramurallas.

Ese proceso de cambios en la organización del Carril das Flores se vería facilitada por una decisión que ya está tomada: prescindir de los tres carriles que había previstos en la desembocadura de la calle San Roque en la Ronda.

Finalmente, se mantendrán los dos carriles actuales, ya que por un lado se limitará el paso de coches hacia el Carril das Flores y, por otro, se busca tender hacia una reducción progresiva de la circulación en esa zona de la ciudad, bastante saturada en estos momentos dado que se redirigió por San Roque todo el tráfico que se sacó de la Ronda al peatonalizar la zona de A Mosqueira.

El fin de la obra en el cruce entre San Roque y la Ronda permitirá de paso cerrar ya definitivamente el cierre del tramo peatonalizado de A Mosqueira, que de momento se mantiene cerrado con las vallas de señalización de obra. 

Un giro cerrado en Fontiñas que será ya definitivo

Las medidas que se tomen en San Roque y el Carril das Flores tienen incidencia directa en Fontiñas, dado que ese carril es ahora muy utilizado por conductores que se dirigen hacia esa avenida.

Fontiñas es una de las vías con más tráfico de la ciudad y en los últimos años se construyó una rotonda en el enlace con la carretera de Fonsagrada para dar más agilidad y seguridad a esa intersección.

Durante aquella obra se cerró uno de los cruces de la avenida que sirven para cambiar de sentido y el departamento de Mobilidade del Concello ha decidido ahora hacer permanente ese corte, que se momento sigue bloqueado con  señales de obra.

El cierre de mantendrá, pero el propósito es cambiar la imagen. Retirando los bloques de obra y colocando un nuevo pavimento, que probablemente sea del estilo del que hay en el resto del paseo central de la avenida.

La idea, según lo apuntado por Arroxo, es mantener una estructura que permita, en caso de ser preciso, que esa intersección se pueda abrir al tráfico, aunque la intención sea mantenerlo preferentemente cerrado y que sea una zona más de paseo para los vecinos que viven en esa zona de Lugo.

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