Ahora, 15 meses después, estos empresarios verán cumplidas esas ilusiones. El próximo 9 de julio inaugurarán en la céntrica Praza Alférez Provisional su nuevo pub, en el local en el que le precedieron el Centro de Salud y el Ginger.
Esa espera que se hizo eterna no les echó para atrás. "La pandemia es muy larga. Hay momentos en los que decaes. Pero hay que seguir adelante porque ya tenemos una edad y nos gusta la noche, no solo por negocio", afirma José Manuel Adrio.
La vuelta a la actividad del ocio nocturno es con limitaciones de aforo y horario. Solo podrán abrir hasta las tres de la madrugada. No se servirá en barra y en cada mesa solo podrán estar seis clientes, que deberán mantener la distancia de seguridad con los otros grupos presentes. "Somos los primeros interesados en hacer las cosas bien para no volver para atrás", afirma José Manuel Adrio.
Si hace 15 meses tendrían "entre seis y diez empleados" para atender el pub, en esta condicionada vuelta a la actividad solo tendrán a cuatro: "Dos camareros, un portero y un DJ", explica este empresario lucense.
PRIMEROS PASOS. Aunque llevan media vida dedicándose al mundo de la noche, como camareros o como DJ, a estos dos lucenses, Juan Agra, de 40 años de edad, y José Manuel Adrio, de 34, la emergencia sanitaria les pilló cuando estaban dando sus primeros pasos como empresarios. Desde 2018 gestionan el pub Onda Night Club, en la céntrica Rúa Catedral, que reabre el viernes.
"Nos pilló el toro, pero hay que sobrevivir", dice José Manuel Adrio, que recuerda que acababan de "hacer inversiones" cuando tuvieron que pasar la llave por las restricciones dictadas por las autoridades sanitarias.
Para sobrevivir pidieron créditos Ico, se hipotecaron y renegociaron los alquileres de los bajos, porque tuvieron que seguir pagando los recibos de agua, recogida de basura y electricidad. "La subida de la luz también se nota a pesar de tener cerrado", lamenta Adrio.