Un conductor ebrio, que dio en el control de alcoholemia una tasa tres veces superior a la permitida –0,76 miligramos de alcohol por litro aire espirado, fue reducido y detenido después de encararse con los agentes, insultarlos y agredirlos, hasta el punto de que dos policías locales resultaron heridos y tuvieron que recibir asistencia en un centro médico.
Los hechos ocurrieron cuando el equipo de Atestados de la Policía Local acudió a un accidente en la Rúa Río Sil.
En el trayecto hacia el centro médico, donde no quiso ser atendido, golpeó el biombo de protección del coche patrulla varias veces con su cabeza
Al comprobar que el conductor implicado presentaba claros síntomas de embriaguez, fue sometido al correspondiente control de alcoholemia, en el que dio positivo, de modo que los agentes tramitaron diligencias para un juicio rápido como investigado por un delito contra la seguridad vial, además de inmovilizar su vehículo, que fue retirado y trasladado al depósito municipal.
Finalizada la instrucción de las diligencias y tras abandonar inicialmente la Unidad de Atestados, el conductor volvió a entrar en las dependencias policiales, se encaró con los agentes, los insultó gravemente e incluso llegó a golpear a uno de ellos en la cara.
Aunque finalmente fue reducido, en todo momento opuso "grave resistencia a ser reducido" e incluso llegó a morder a uno de los agentes en una mano y lo hirió con las uñas en un brazo.
Una vez reducido, el hombre fue trasladado a un centro médico y en el trayecto golpeó el biombo de protección del coche patrulla varias veces con su cabeza.
En el centro de salud se negó a ser atendido por el facultativo de guardia, por lo que regresó a la comisaría, donde la Policía Local instruyó diligencias también por los delitos de resistencia y desobediencia.
