El paro de juzgados da aire a víctimas de un desahucio

La pareja que pierde un piso tras suscribir un crédito con condiciones abusivas se ve a la vez beneficiada y perjudicada por la huelga

La pareja, junto a la activista Mina Galván. XESÚS PONTE-AEP
photo_camera La pareja, junto a la activista Mina Galván. XESÚS PONTE-AEP

La huelga de la justicia ha permitido a una pareja afectada por un desahucio tomar aire brevemente, ya que el paro ha restrasado la ejecución del lanzamiento. El juzgado había dado a la mujer un plazo de diez días para conseguir, a través de los servicios sociales del Concello, un nuevo lugar donde vivir. Eso sucedió en la segunda semana de febrero, con lo que el plazo se cumplió sobradamente sin que se haya ejecutado todavía, por fortuna para la joven, que aún no ha conseguido otra vivienda alternativa.

Sin embargo, cada miembro de la pareja sufre distintas consecuencias de la huelga y a él, en realidad, quizás le esté perjudicando. Él era el propietario del piso, que pagó íntegramente con el dinero de una indemnización. Posteriormente pidió un crédito de 5.000 euros a un prestamista, que en realidad tenía unos gastos de 4.500 euros. Pagó solo dos mensualidades porque se quedó sin trabajo y no podía hacer frente al recibo. Finalmente, su piso salió a subasta para cubrir esa deuda y fue adjudicado a un comprador que, pasado un tiempo, presentó una solicitud de lanzamiento.

Ese desahucio, en realidad, se paró porque el hombre recurrió a la justicia gratuita y logró detenerlo al comunicar un cambio en la situación de la vivienda: tenía una inquilina. Esa mujer es ahora su pareja. A su vez, ella tampoco pagó ninguno de los recibos de alquiler al nuevo propietario porque dice que solicitó reiteradamente en el juzgado su número de cuenta sin que se lo llegaran a proporcionar.

El hombre presentó una denuncia contra las condiciones abusivas del crédito, asesorado por un abogado que colabora con la Plataforma Stop Desahucios, en A Coruña, que fue donde firmó el préstamo. En ella, el letrado pide como una de las medidas cautelares que pueda seguir viviendo en el piso hasta que se resuelva si efectivamente el crédito por el cual lo perdió tenía condiciones abusivas. Por tanto, en su caso, la falta de actividad en los juzgados no es necesariamente una mala noticia.

La activista de la plataforma contra los lanzamientos Mina Galván señala que la pareja sigue sin conseguir un lugar donde vivir y que sufre el mismo problema que otras familias a las que el colectivo ayuda: la Xunta les ofrece una ayuda al alquiler, pero no consiguen quién les alquile un piso.

Él no tiene trabajo y ella está empleada a jornada parcial, por lo que gana 350 euros mensuales, que es de lo que viven ambos. Con un sueldo así, que necesitan para la comida, no pueden hacer frente a alquiler alguno.

"Nos pasa en la mayoría de casos. Algunos no tienen ingresos y los que tienen son tan escasos que nadie les alquila un piso. Tampoco se les alquila a quien cobra la renta de integración (Risga). Los propietarios piden un aval y no lo pueden presentar", dice.

MANIFESTACIÓN. La plataforma contra los desahucios convoca para este sábado una concentración en defensa de la vivienda digna y del derecho a los suministros básicos. Se pide también la dación en pago retroactiva, el alquiler asequible y estable y más vivienda social. Tendrá lugar a partir de las doce de la mañana, ante la subdelegación.

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