A parella desafiuzada ten só dez días para unha xestión que tarda meses

O Concello de Lugo tramitará a axuda con urxencia pero será difícil cumprir co prazo xudicial

La pareja, junto a Mina Galván, de Stop Desahucios. XESÚS PONTE
photo_camera La pareja, junto a Mina Galván, de Stop Desahucios. XESÚS PONTE

La pareja desahuciada que ha llegado a esa situación tras perder una vivienda que tenía ya pagada por no poder abonar un préstamo de 5.000 euros tiene diez días para que los servicios sociales le ayuden a encontrar un nuevo lugar donde vivir. Sin embargo, ese trámite tarda meses, de forma que aunque el Concello se ha comprometido a tramitar las ayudas con urgencia difícilmente podrá cumplir con el plazo judicial.

Mina Galván, de la Plataforma Stop Desafiuzamentos asegura que esta es una situación frecuente, la de las velocidades diferentes de una y otra administración -de las que denuncia que «todas tienen largas esperas- y la del muro burocrático, cómo a veces las exigencias en uno y otro lugar hacen imposible acceder a ayudas a personas que no solo las necesitan sino que las necesitan rápido.

La plataforma conta los desalojos destaca la dificultad de que alguien alquile su piso a afectados por desahucios

Explica, por ejemplo, que para recurrir a las de la Xunta -tanto para el bono de alquiler social, que cubre 200 euros del alquiler como máximo, o para el programa de adjudicación directa de vivienda protegida- se suele requerir del informe realizado por las asistentes sociales del Ayuntamiento. A su vez, este servicio tiene tal demanda que, cuando la mujer de esta pareja que va a ser desalojada pidió cita le dieron para mediados de marzo. Solo el requerimiento del juzgado hizo que la llamaran antes, pero aún así le advirtieron de que al menos un mes tardarían en gestionar su ayuda.

La edil de bienestar social, Ana González Abelleira, aseguró este miércoles que una medida que sí se podría tomar sería la de informar al juzgado de que los trámites de las ayudas están en marcha cuando se cumpla el plazo, además de agilizarlos dentro de lo posible.

Pero Galván explica que ese no es el único problema, sino que lo es el mero hecho de encontrar un piso en alquiler. Los propietarios quieren inquilinos con trabajo y con un mínimo de dinero. En el caso concreto de esta pareja, que en la actualidad vive solo con los 350 euros mensuales que ella gana por un trabajo en el sector servicios a jornada parcial, se pregunta cómo se espera que puedan afrontar un alquiler.

"De algunos casos de desalojos, llevamos cuatro o cinco meses buscando un alquiler sin encontrar nada. Lo que se necesita es un banco de vivienda social", asegura Galván.