El obispo apela a San Froilán como ejemplo de "fortaleza humana"

La ofrenda al patrón contó con presencia de las corporaciones municipales de Lugo y Ferrol. Niños de San Xoán do Campo entregaron productos agrícolas
Ofrenda a San Froilán de este sábado. XESÚS PONTE
photo_camera Ofrenda a San Froilán de este sábado. XESÚS PONTE

Un hombre nacido en las huertas de O Carme hace más de mil años construyó ciudades, al evangelizar los territorios castellanos liberados de los musulmanes, pese a que hubo momentos en los que dudó de su fortaleza. El aliento que recibió en esas situaciones quien acabaría siendo obispo de León y santo le permitió llevar la fe cristiana a muchos lugares y a ese ejemplo apeló el obispo de Lugo, Alfonso Carrasco Rouco, para hablar de la "fortaleza que todas las personas tienen dentro", dijo.

La música tuvo un papel destacado durante la celebración y al final de esta se pudo venerar una reliquia de San Froilán

El prelado presidió la ofrenda a quien también acabaría siendo patrón de Lugo en una jornada en la que el santo estuvo arropado por dos pueblos, el lucense y el ferrolano. Al coincidir el día que el Concello dedica a Ferrol durante las fiestas de San Froilán, el alcalde de esta ciudad y parte de la corporación acompañaron a la lucense en la catedral. La subdelegada del Gobierno, Isabel Rodríguez, y el diputado autonómico Luis Álvarez fueron otros representantes públicos presentes en la ofrenda.

Asistentes a la ofrenda a San Froilán de este sábado. XESÚS PONTE

La ofrenda a San Froilán es uno de los actos más solemnes que se llevan a cabo en la catedral y esta lucía el sábado su mejor aspecto, con flores, velas encendidas y una mezcla de olor a incienso y a fragancia. Pese a que desde que se implantó el sistema de cobro a turistas la puerta norte está cerrada, en esta jornada se abrió para recibir a las autoridades civiles.

Porque seguramente San Froilán hablaba en gallego, afirmó el obispo, la eucaristía se celebró excepcionalmente en este idioma. Se alargó casi una hora, en parte porque se dio protagonismo a la música, con el Orfeón Lucense, Luis Varela Castiñeira al órgano y el canto del diácono Carlos Sánchez.

La tradicional ofrenda de la ciudad al santo con productos agrícolas la hicieron niños de la parroquia de San Xoán do Campo. Al final se pudo venerar un fragmento de la reliquia del santo.

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