Porque la suerte sonríe al que se atreve. Porque se cumple la ley del esfuerzo o porque el plan ha dado sus frutos, lo cierto es que algunos de los estudiantes de secundaria gallegos con las notas en la prueba de Abau más altas cursaron sus estudios en centros educativos de Lugo.
En este apartado, Julio Raposo, del Peleteiro, logró la nota más brillante de la comunidad con cinco dieces en la fase general. Así, esta año aprobaron en Galicia, 9.902 alumnos de los 10.654 que participaron en la fase general. El porcentaje de aptos fue del 92,94 por ciento.
Gran parte de su futuro resumido en únicamente tres días. Todos ellos lidiaron con la presión de enfrentarse al primer punto de inflexión de sus vidas, con la fase final de una pandemia, y le respondieron con un golpe directo en el rostro del destino.
Emma Fernández responde con la misma fluidez a las preguntas del periodista que asiste a su compañeras del CB Estudiantes sobre la cancha o baila al son que marca la escuela Gravity. Esta alumna del IES Ollos Grandes firmó la mejor nota de la capital con un 9,9 en la fase general de la Abau, y un 13,7 en la específica, para las que se tomó unos días de descanso tras el final del segundo curso de Bac, que finalizó con una nota media de 10.
Emma Fernández: "Antes de afrontar la Abau tenía marcado en el calendario qué día debía preparar cada una de las asignaturas"
"En el calendario tenía marcado estudiar una asignatura cada día", cuenta Emma, quien comenzó su preparación con tres semanas de antelación a la prueba que le abriría las puertas del doble grado de Educación Infantil y Primaria, en la USC.
Esta brillante estudiante será docente "por vocación", tras dar en el segundo año en el instituto el salto de la rama tecnológica a la de Ciencias Sociales.
Asimismo, Rachel Rodríguez se sintió "relajada" en la prueba de la Abau, que selló con un 9,88 en la fase general, y un 13,68 sobre 14. Dice que se sentía preparada para afrontar este salto al vacío, pero a su vez, se lo tomó como un reto personal, ya que todo el mundo va a buscar la mejor nota para cursar su carrera soñada, y ella no quería quedarse al margen.
En su caso, la primera opción fue Matemáticas, que cursará a partir de septiembre en Santiago de Compostela. Desechó matricularse en el doble grado de Matemáticas y Física, porque personalmente no sería la mejor opción.
Su elección académica le atrajo porque "trata conceptos muy diferentes, aunque no me gusta especialmente el cálculo", confiesa esta estudiante, de origen dominicano, y que ya fue premio extraordinario en la Eso.
Lo probable es que el futuro le depare un trabajo en alguna firma que profundice en el análisis estadístico o el big data.
Por su parte, Carmen Lodos, del Galén, se mudará en otoño a Madrid para estudiar Física en la Universidad Complutense, tras sellar su paso por la Abau con un 9,84 en la fase general y un 13,740 sobre 14. "Esta carrera era mi primera opción, pero solo desde el comienzo de este curso", comenta al mismo tiempo que revela su graduación en el Conservatorio Profesional de Música, dentro de la especialidad de violonchelo.
La carrera diplomática es el camino que espera tomar Carlos Gimeno, estudiante del colegio Fingoi. Para ello firmó un 9,82 en la fase general y un 13,82 sobre 14. El doble grado de Estudios Internacionales y Derecho en la Universidad Carlos III es su próximo destino. "Me gusta el servicio público, la cooperación internacional, y los idiomas".
Su compañera generacional Sandra Puebla, del IES Lucus Augusti, se decantará por la carrera de Biotecnología en la Universidad de Granada, llamada "por la vocación investigadora, es lo que siempre quise hacer". Se instalará a los pies de Sierra Nevada gracias a su 9,80 en la fase general, que secunda con un 13,65 sobre 14.
Desde el colegio San Xosé se presentó Álvaro Jarabo, que cursará el doble grado bilingüe de Derecho y Ade en la Carlos III, por "los aspectos y temas que tratan, más que por la carrera en sí", revela desde Malta, donde se fue de vacaciones. Este alumno, con un 9,78 en la fase general, aprovecha para agradecer a los profesores de sus anterior centro, Fingoi, la atención que siempre demostraron hacia su persona en su años allí.
Iván Dono, del Leiras Pulpeiro, con un 9,74 se preparará para ser oncólogo en la Complutense, por que "quiero aportar la humanidad y trato al paciente que se ha perdido en la hospitales", explica mientras agradece a su profesoras Ana Méndez y María José Cacharrón por enseñarle "lo que significa la vocación docente, porque soy muy preguntón", bromea.
A la par, con un 9,80 en la fase general y un 13,70 sobre 14, fue el paso por la Abau de Gabriel Prieto, de IES Basanta Silva de Vilalba, y Antía Carpintero, del IES Trapero Pardo de Castro. Ambos, además, guiaron sus caminos hacia las ciencias y si bien el primero aún no se ha decidido entre estudiar Física o Matemáticas, la joven se matriculará en Medicina, en Santiago.
Con un 10 de media en Bachillerato y tras recibir el premio extraordinario de la Eso, Antía Carpintero recuerda que "a medida que pasaban los días dáballe máis voltas ás respostas que puxera".
Por su parte, Gabriel Prieto asegura que siempre está "nervioso antes e despois dos exames, pero non mentres os fago".
Beatriz Diaz, del IES Vilar Ponte de Viveiro, obtuvo un 9,78 en la Abau, por lo que estudiará Filoloxía Galega, con una nota de 13,68 sobre 14.
"Era unha cuestión de orgullo querer ter boa nota, sempre me gusta dar o mellor de min", reconoce.
La monfortina Alba Rodríguez Souto, del IES Río Cabe, obtuvo un 9,5 en la Abau. "Siempre participé en iniciativas organizadas por los departamentos de ciencias". Alba escogió la carrera de Medicina.
