Cuatro personas acusadas de hurtar material en una planta de reciclaje negaron los hechos en el juicio, pero las grabaciones de las cámaras de seguridad desmontaron su coartada. De este modo, el juez le impuso a las dos mujeres sendas multas de 360 euros, mientras que los dos hombres fueron condenados a penas de 13 meses de prisión, ya que tenían antecedentes.
La sentencia explica que sobre las tres de la tarde del 15 de mayo de 2019, las dos acusadas, "de mutuo acuerdo y con ánimo de lucro ilícito", entraron al punto de reciclaje de residuos y al almacén propiedad de la empresa Limpergal, en Vilaestévez, y se apoderaron de diverso material metálico.
Igualmente, en el mes de febrero del 2019, los dos hombres entraron en las mismas instalaciones y se apoderaron de una amoladora de batería, un booster y otra amoladora Metabo 125 propiedad de dicha empresa, tasados pericialmente en 888 euros.
Los acusados negaron los hechos en el juicio, pero el juzgado de lo Penal número 2 de Lugo consideró que había pruebas suficientes para condenarlos. Las defensas recurrieron la condena ante la Audiencia y el tribunal confirmó el fallo. La Sala recuerda que los cuatro acusados fueron grabados por las cámaras de seguridad de la empresa, "haciendo acopio de material y llevándoselo del lugar, con un visionado perfectamente claro e identificable", por lo que no hay dudas sobre su autoría.
