Que el ritmo no pare

Una pareja que se negó a disolver una fiesta en su terraza y le cerró la puerta en las narices a la Policía podría ser multada con 90.000 euros

 

La celebración tuvo lugar en la Rúa Ramón Montenegro. AEP
photo_camera La celebración tuvo lugar en la Rúa Ramón Montenegro. AEP

Organizaron una fiesta en la terraza de un domicilio de la Rúa Ramón Montenegro y se negaron a disolverla cuando se lo pidió la Policía Local. La celebración continuó, pero la inquilina del piso se enfrenta ahora a varias sanciones, que podrían alcanzar los 60.000 euros, y su pareja afronta otra multa de hasta 30.000.

Los agentes acudieron a la vivienda pasadas las doce de la noche del sábado, ya que varios vecinos llamaron a la sala del 092 para quejarse por los "ruidos molestos que procedían de una vivienda". Los agentes comprobaron que se estaba celebrando una fiesta en la terraza de una vivienda particular, en la que un nutrido grupo de personas escuchaba música, cantaba y hablaba a gritos, "imposibilitando el descanso de los vecinos".

Los policías llamaron a la puerta del domicilio y fueron recibidos por la inquilina y por otro joven, que se identificó como el compañero sentimental de la chica. Los agentes les pidieron que pusieran fin a la celebración, ya que estaban molestando a los otros residentes del inmueble, pero la pareja "se negó rotundamente". Además, en un momento de la conversación, los dos jóvenes comenzaron a dirigir "frases de menosprecio" hacia los agentes y se negaron a identificarse. Finalmente, se introdujeron en el interior de la vivienda y le cerraron la puerta en las narices a los agentes.

Las Policía Local realizó una mediación con el sonómetro y el resultado fue positivo. Además, los agentes abrieron una investigación para averiguar la identidad de la inquilina y la de su pareja y confirmaron a través de las redes sociales que se trataba de los jóvenes "que se habían negado a identificarse, a cesar en las molestias, y que eran además los autores de una conducta de falta de respeto a los agentes".

Por todo ello, los policías denunciaron a la pareja ante Subdelegación del Gobierno por negativa a identificarse (lo que supone una multa de hasta 30.000 euros) y por falta de respeto y consideración a agentes de la autoridad en el ejercicio de sus funciones (que conlleva multa de hasta 600 euros). Además, a la inquilina se le tramitó un expediente sancionador por superar los niveles de decibelios establecidos, una conducta que acarrea otra sanción económica de hasta 30.000 euros.

Los agentes del Grupo Operativo Nocturno de la Policía Local acudieron sobre las 0.45 horas del martes a otra vivienda de la Rúa da Raíña, ya que los vecinos también denunciaron ruidos en un piso. Los agentes comprobaron que se escuchaba música y le pidieron al propietario que la apagara. En este caso, accedió al instante.