La muralla carece de normativa de uso que sí tienen otros bienes mundiales

Ávila, Granada o Mérida regulan el acceso y visita de de sus monumentos Patrimonio de la Humanidad y solo admiten perros-guía

Muralla junto al único tramo peatonal de la Ronda. X. PONTE
photo_camera Muralla junto al único tramo peatonal de la Ronda. X. PONTE

 La muralla de Lugo, a cuyo adarve se puede acceder libremente a través de varios puntos, no tiene una normativa específica para regular el acceso que sí ha sido establecida en otros lugares que cuentan con monumentos declarados Patrimonio de la Humanidad como Ávila, Granada o Mérida.

La petición por parte de grupos políticos como Ciudadanos o de organizaciones como la federación vecinal para que se prohíba la entrada de perros a la muralla ha abierto también el debate sobre la necesidad de contar con una normativa específica que regule no solo el acceso de mascotas, sino que impida también subirse a las almenas de A Mosqueira, tirar basura o mover o dañar alguna de las piedras del monumento.

De hecho, las normas de acceso y visita a la muralla de Ávila, que fueron aprobadas en junta de gobierno local en mayo de 2012, no solo limitan la entrada de animales a los perros-guía, ya que además prohíben sentarse y subirse a los huecos de las almenas o por encima de las vallas de protección, así como tocar o apoyarse en los muros.

Otros lugares Patrimonio de la Humanidad que disponen de su propia normativa y que también restrigen la entrada de perros son la alhambra de Granada, el alcázar de los Reyes Cristianos de Córdoba o los recintos monumentales de Mérida. En el caso de la capital extremeña, quienes quieran realizar la visita al recinto en el que se encuentra el anfiteatro o al teatro romano tienen que respetar normas como las que impiden tocar materiales originales y frágiles, subirse encima de cualquier estructura arqueológica, así como consumir bebidas alcohólicas o comer en la zona.

LAS MÉDULAS Y ANTEQUERA. En todos los casos citados, se trata de lugares donde es necesario sacar una entrada para acceder, aunque en otros monumentos Patrimonio de Humanidad como Las Médulas, donde también se cobra la visita a determinados puntos, sí son permitidos los perros siempre que se cumplan las normas establecidas por el Patronato de Turismo de El Bierzo, como llevar a los animales atados o recoger sus excrementos.

Mientras, en Antequera (Málaga), donde los dólmenes fueron reconocidos por la Unesco en el año 2016, ya se han registrado quejas por la falta de control de las visitas a los monumentos porque se asegura que cualquier persona puede subirse encima de los túmulos, pintarlos o entrar con animales domésticos a ellos sin que nadie se lo impida, debido a la falta de personal que vigile.

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