Luisa Castro, responsable de la Unidade Contra a Violencia sobre a Muller de la Subdelegación del Gobierno de Lugo, percibe, como otras personas que trabajan en el ámbito de la la juventud, que esta está normalizando "actos que se enmarcan dentro da violencia de xénero".
Castro no se atreve a hablar de un retroceso en la conciencia sobre el maltrato, pero sí percibe de forma clara que tanto chicas como chicos dan normalidad a conductas como que ellos revisen el teléfono móvil de ellas o ejerzan control a través de las redes sociales.
La especialista cree que el mayor uso de las nuevas tecnologías, que además se vio todavía más acentuado a raíz de la pandemia, contribuye a este tipo de comportamientos a pesar de que el esfuerzo que hacen administraciones públicas, centros de educación y otros agentes sociales para formar y sensibilizar sobre la violencia de género es cada vez mayor, opina.
No todo el trabajo cae en saco roto, porque "cada vez se denuncia un pouquiño máis". El 31% de las 344 denuncias por maltrato de género interpuestas en la provincia de Lugo entre enero y septiembre fueron de mujeres extranjeras, según los datos de la unidad específica de la Subdelegación del Gobierno. Hasta esa fecha, 23 extranjeras tenían concedida autorización de residencia temporal y trabajo por ser víctimas de violencia de género.
