Méndez aspira a no sufrir injerencias en la lista, pero habrá más propuestas

Los cambios en los estatutos que introdujo Sánchez dan más protagonismo a la militancia. Como en las generales, las votaciones no son vinculantes y la última palabra es de Madrid 

Lara Méndez. SEBAS SEBANDE
photo_camera Lara Méndez. SEBAS SEBANDE

Lara Méndez asumió en 2015 la alcaldía de Lugo con un equipo de concejales de los que ella, como número dos de la lista y candidata a la Diputación, no eligió ninguno y nada garantiza que la lista con la que optará a la reelección vaya a ser propia.

Los cambios en el procedimiento para la elaboración de candidaturas que realizó Pedro Sánchez después de que retornara a la secretaría general, que fueron los aplicados para las listas de las generales, dan más protagonismo a la militancia, que puede hacer propuestas y votar. Sin embargo, lo que puede parecer un plus de democracia, en la práctica no lo es tanto, ya que la última palabra sigue siendo del comité federal, que puede hacer cambios tan drásticos como los que se acaban ver en Lugo. El PSOE relegó al segundo puesto de la lista al Congreso a la candidata más votada, Sonsoles López, y rompió con el principio de listas cremallera. En la lista al Senado también prescindió del más votado, Ricardo Varela. Sánchez colocó de cabezas de cartel a Ana Prieto, próxima al secretario del PSdeG, y a César Mogo, persona de confianza del presidente. El comité federal también "corrigió" las listas municipales en A Coruña, Ferrol y Ourense, cuyo alcaldable dimitió, mientras que el ferrolano no lo descarta.

La alcaldable espera algún sí para una renovación que es obligada por la marcha de al menos la mitad de los actuales concejales 

El mensaje que se transmite desde el entorno de Méndez es que, hoy por hoy, una hipotética imposición de nombres conduciría a la misma situación que se vive en Ourense. Para la alcaldable sería inaceptable repetir con un equipo que no fuera el suyo, lo que no significa que no vaya a mantener a ediles, como Ana González, Miguel González y Daniel Piñeiro. Tras un mandato muy duro, en el que, en ocasiones, Méndez sintió que no recibía suficiente apoyo del partido, desde su círculo se ve contraproducente la manera en que la formación interviene ahora.

La ejecutiva local tiene que convocar asamblea con cinco días de antelación y hasta 24 horas antes, los militantes pueden proponer nombres para la lista. En la asamblea habrá que marcar 24 nombres, tantos como aspirantes a concejales, de entre dos listas, una de mujeres y otra de hombres, ordenadas alfabéticamente. La votación tiene que ser en urna y debe marcarse el mismo número de hombres que de mujeres. Con el resultado, y tras escuchar a la alcaldable, la ejecutiva local, que dirige la concejala Abelleira, tendrá que enviar una lista ordenada (cremallera) a la ejecutiva provincial, que deberá someterla al comité provincial. De aquí va a la ejecutiva gallega, que emite informe y remite al comité federal, quien tiene la última palabra.

Desde algunos ámbitos se avanza que habrá militantes que propondrán nombres, «porque o partido somos todos», aunque la clave será en qué medida intervendrán las ejecutivas gallega y federal, que han demostrado ir de la mano. Mientras tanto, Méndez apura la confección de su lista, pendiente de que alguna persona le dé el sí. Como el resto de partidos, no le está resultando fácil hacer fichajes, aunque hay quien asegura que la renovación será importante. En parte obligada, porque Carmen Basadre no repetirá, es probable que tampoco Rosana Rielo y Manuel Núñez y Prieto se va al Congreso. El diputado Álvaro Santos, cada vez más presente en el Concello, y el presidente del Club Fluvial, Tito Valledor, suenan en las quinielas.

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