La música, que fue su gran pasión, acompañó este miércoles a Manuel Redondo Vidal en la despedida que le tributaron su familia y amigos en Velatorios Lucenses y el cementerio de San Froilán.
Redondo, fallecido el martes en Lugo, tenía 74 años y una salud delicada, que le obligó hace casi dos décadas a jubilarse anticipadamente de El Progreso, empresa en la que trabajó desde joven en sus talleres y rotativa. En esta casa dejó un grato recuerdo entre sus compañeros por su profesionalidad, su dedicación y su simpatía. Era un hombre alegre y vital, que sabía hacer amigos.
Dejó muchos en las numerosas agrupaciones musicales en las que tocó, como Los Alesandi, Zafiros, Amigos de Manolo, Sons do Miño, o la charanga Paradela, entre otras. Era percusionista, y la batería, el bombo y el tambor no tenían secretos para él y le dieron grandes alegrías.
Redondo estaba casado con María Jesús Mosquera y tenía dos hijos, María Jesús y Carlos, que han recibido innumerables muestras de pesar.
Descanse en paz.