Lugo presume de privilegio

La procesión de la Santa Cena, portando el Santísimo Sacramento, hizo posible que el fervor volviera a tomar las calles después de que la lluvia desluciera los actos del día anterior

Procesión de la Santa Cena. VICTORIA RODRÍGUEZ
photo_camera Procesión de la Santa Cena. VICTORIA RODRÍGUEZ

Con lluvias casi en toda España, Lugo pudo presumir este jueves de Semana Santa, después de que la lluvia hubiera deslucido las celebraciones del día anterior, obligando a recluirlas en la catedral. Y presumió por partida doble, ya que en el tabernáculo sobre la mesa del paso de la Santa Cena lucía la custodia de mano en la que se porta el Santísimo Sacramento, dando muestra así del privilegio del exposición continua del que goza Lugo desde siempre.Procesión de la Santa Cena. VICTORIA RODRÍGUEZAntes de la salida de esta procesión, no obstante, los fieles tuvieron otra cita ineludible en la Semana Santa lucense, la eucaristía de la Santa Cena, que ofició el obispo Alfonso Carrasco Rouco en la catedral y que incluyó uno de los actos con más hondo significado de los que se viven en estas fechas: el lavatorio de los pies, que recuerda el gesto de máxima humildad realizado por Jesús en el cenáculo y que el obispado describe como el momento en el que "Jesús nos revela el amor escondido en su sacrificio en el calvario, y nos da el mandamiento nuevo de amar como él".

Poco después de que monseñor Carrasco Rouco cumpliera con el ritual de lavar los pies a varios fieles voluntarios, los cofrades de la Cofradía Sacramental de la Santa Cena ya dejaban asomar su fervor y su impaciencia, y también algo de desconfianza mientras miraban a un cielo nublado, por sacar a la calle el espectacular paso que porta la custodia del Santísimo Sacramento, trasladado hasta allí bajo palio desde su habitual morada en el altar mayor de la catedral. El tiempo que media entre la tarde de Jueves Santo y la madrugada del Domingo de Resurrección es, de hecho, el único momento del año en el que no permanece expuesto, la única excepción que Lugo acepta para su privilegio de exposición continua.

Lavatorio de pies en la catedral. VICTORIA RODRÍGUEZ

Fue precisamente para dotar de la mayor solemnidad posible este traslado para lo que se creó en 1963 la Cofradía de la Santa Cena, que encargó para ello la que a la postre resultó ser la magnífica carroza que representa a los apóstoles y a Jesús sentados a la mesa, sobre la mesa se coloca el templete de plata cincelada que cobija la Sagrada Forma depositada en un espectacular cáliz gótico.

Así, escoltada la talla por los cofrades con sus hábitos blanco-crema, la procesión partió de la Praza de Pío XII para recorrer las calles del centro antes de regresar a su punto de partida. La comitiva contó, como siempre, con presencia de destacadas autoridades políticas y civiles y, sobre todo, con el calor de los fieles lucenses que arroparon su paso.

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