Un lucense aceptó una condena de dos años de prisión y una multa de 30.000 euros por formar parte de una organización que se dedicaba a la distribución de cocaína y hachís, principalmente en las provincias de Pontevedra y Ourense.
Junto al lucense, de 51 años de edad, fueron condenadas otras once personas, que aceptaron penas que van desde los 18 meses hasta los cinco años de prisión. Los acusados tenían perfectamente distribuidos los roles que asumían en la banda, ya que unos compraban las sustancias y otros se encargaban de su transporte y distribución por diferentes localidades de la comunidad gallega, donde posteriormente se vendían al menudeo.
Según quedó recogido en la sentencia, el lucense no participaba directamente en la compra y distribución de la droga, pero ayudaba a otros miembros de la organización y "amparaba su actividad ilícita", por lo que fue condenado como cómplice.
La operación policial que permitió la desorganización de la banda se llevó a cabo a principios de 2017 y la instrucción corrió a cargo de un juzgado de Xinzo de Limia, en Ourense.
En esa localidad se realizaron varios registros domiciliarios, así como en las pensiones donde residían varios miembros de la banda, y los investigadores decomisaron varios kilos de cocaína e importantes cantidades de hachís.
Además, en la vivienda de uno de los acusados, la Policía localizó una pistola. Los once acusados reconocieron los hechos ante el tribunal.
