Los contenedores sufren una ola de daños y Urbaser encarga 60 tapas

En los últimos días aparecieron varios rotos, pero no solo por vandalismo, dice el Concello
Contenedor roto en la calle Armórica
photo_camera Contenedor roto en la calle Armórica

Los contenedores de la ciudad sufren una ola de daños que ha llevado a la empresa de recogida de basura, Urbaser, a tener que encargar sesenta tapas para reponerlas. Según informó el gobierno local, la empresa lleva varias semanas detectando daños en las tapas de contenedores de carga lateral, que atribuye, según explicó el concejal delegado de medio ambiente, Daniel Piñeiro, a múltiples factores, como la antigüedad de algunos recipientes, el mal uso y los temporales. No descarta que también haya casos de vandalismo, pero el gobierno descarta que haya una corriente de destrucción.

La realidad, sin embargo, es que en los últimos días aparecieron contenedores con daños del mismo tipo por distintos barrios de la ciudad. A las tapas les faltan trozos y, en algún caso, falta la tapa entera. El gobierno explica que se debe a que Urbaser retira las cubiertas que ya están muy dañadas.

En la tarde de ayer se podían ver depósitos dañados en las calles Armórica, Galicia, Hortas, Camiño Real y Gardas, entre otras.

El gobierno confirmó que Urbaser detectó daños de contenedores en distintos puntos de la ciudad y que ya ha iniciado las gestiones para reponer las tapas. De hecho, la empresa ha encargado sesenta cubiertas, pero todavía tardarán algunas semanas en llegar porque hay un problema de stock y tienen que ser fabricadas.

Piñeiro explicó que la reposición de estos elementos no tendrá coste para el Concello, porque entra dentro del contrato que tiene con Urbaser y que termina este mes. Cada contenedor cuesta una media de 700 euros y aún no han sido repuestos todos los quemados durante la huelga de 2014, pese a que el gobierno asegura que sí.

ESTROPEADOS. El mecanismo que permite abrir los contenedores con el pie para depositar la bolsa de la basura está estropeado en muchos de los recipientes y el usuario se ve obligado a levantar la tapa con la mano.

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