"Llamo bastante porque estoy asustada"

Cerca de 200 lucenses recurrieron a la atención telefónica de Salud Mental-Feafes durante estos días
Irene Fojo, ante el ordenador de su casa, desde donde estudia ahora cuarto de Eso. EP
photo_camera Irene Fojo, ante el ordenador de su casa, desde donde estudia ahora cuarto de Eso. EP

Irene Fojo fue una de los casi 200 lucenses que recurrieron estos días de confinamiento al servicio telefónico de ayuda de Salud Mental Feafes Galicia, en el 900 102661. Se sentía asustada, especialmente porque quiere obtener este año el título de Eso, que cursa en el centro Epapu, antiguo Ingabad. La suspensión de las clases la llenó de incertidumbre y ese servicio de Feafes, la federación que agrupa a varias asociaciones de personas con enfermedades mentales en Galicia, la tranquilizó.

“Lo uso bastante. Llamé para hablar del confinamiento y contarles mis inquietudes con los estudios porque estoy un poco asustada. Ellos me explicaron todo y me dijeron que estuviese tranquila. Y me quedé mejor”, cuenta.

Irene vive con sus hermanos, pero le da más confianza llamar a ese servicio de Feafes que comentarles a ellos sus inquietudes. “Con mi familia, me cierro más. A veces, es mejor comentar estas cosas con alguien que no te conoce, te da menos palo”, dice.

Irene tiene 21 años. Comenzó a pasarse por Feafes, asesorada por otra asociación, Igaxes, donde estuvo acogida mientras que fue menor. Su primera pregunta fue para qué. Finalmente, acabó yendo y se encontró allí como pez en el agua.

En estas semanas, Feafes fue apreciando un deterioro en la situación de algunos usuarios

“Hago búsqueda de empleo, hablo con ellos, participo en cursos, voy a entrevistas de trabajo. Estuve trabajando en una empresa de limpieza el pasado verano y me gustó mucho, me trataron muy bien”, afirma Irene Fojo.

DETERIORO. El servicio Salud Mental-Feafes atendió, en la segunda quincena de marzo, a 164 lucenses a través de 318 actuaciones distintas. En Galicia, se atendió a 739 personas, la mayoría hombres con una discapacidad entre el 33 y el 65 por ciento. Esta atención telefónica, por correo electrónico o Skype sustituye a la presencial. A través de este servicio, Feafes hace un seguimiento de los usuarios para asegurarse que están bien , aclarar dudas sobre Ertes o limitaciones de desplazamiento, darles atención psicológica y ayudarlos a buscar opciones de ocio y crear rutinas.

En estas semanas, Feafes fue apreciando un deterioro en la situación de algunos usuarios. En total, más de 250 profesionales están trabajando a destajo para prevenir descompensaciones, crisis agudas, ingresos involuntarios o acosos por la calle.

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