El determinante papel del destino

Leche Río proporcionó dos camiones cisterna a los bomberos para garantizar el suministro de agua en el incendio. La casualidad quiso que retrasasen su salida, según cuenta Jesús García
Jesús García, director de operaciones y consejero apoderado de Leche Río, posa junto a un camión cisterna de la empresa lucense. XESÚS PONTE
photo_camera Jesús García, director de operaciones y consejero apoderado de Leche Río, posa junto a un camión cisterna de la empresa lucense. XESÚS PONTE

El destino quiso que ese domingo por la mañana, dos conductores del grupo Leche Río se encontrasen en las instalaciones de la firma lucense para iniciar su jornada laboral; conducir dos camiones cisterna hasta las explotaciones ganaderas de la provincia para recoger la materia prima con la que la empresa local elabora sus productos.

Pero los planes de Miguel Illán y Rodrigo Sánchez cambiaron repentinamente debido al incendio que asolaba varias naves ubicadas a escasos 200 metros. En cuanto Jesús García, director de operaciones y consejero apoderado de Leche Río, recibió la petición de los equipos de emergencia donde solicitaban su colaboración para el uso de sus tomas de agua y de sus camiones cisterna.

"Me llamaron a las 9.30 ante la falta de agua que tenían los bomberos. Nuestras cisternas no se habían ido aún de la fábrica Ceao 1, y le ofrecimos nuestra ayuda", asegura el directivo de la firma lucense, que supervisó las labores de carga de los camiones cisterna hasta las 12.30 horas, aproximadamente.

Si el incendio se hubiese producido a las 10.30 o a las 11.00 horas, es probable que los camiones cisterna ya no se encontrasen en O Ceao

Hasta ese momento, se llenaron hasta seis cisternas de agua. Ese mismo día por la tarde, desde la factoría Ceao 2, se cargaron de agua otros tres depósitos más que aliviaron, en gran medida, la falta de agua que precisaron los bomberos para sofocar el voraz incendio coronado por una nube negra que podía divisarse desde cualquier punto de la ciudad.

Cada depósito cisterna que remolcan los camiones propiedad de Leche Río tienen una capacidad de 25.000 litros.

"El fuego se extendió tan rápido que, si no fuera por el volumen de agua que utilizaron los bomberos, igual no lo podrían haber sofocado", comenta Jesús García.

EXPERIENCIA PREVIA. El director de operaciones de Leche Río habla por propia experiencia, ya que en 2019 vivió en primera persona un escape en un tanque de ácido nítrico en la planta. Una rotura en una tubería provocó la presencia de una nube tóxica sobre el polígono industrial de O Ceao.

"Fue una situación grave, provocada por un error humano, y que generó incertidumbre, pero no como esta", asegura. Leche Río procesa más de un millón de litros de leche diariamente.

La casualidad quiso que ese domingo 11 de abril, los transportistas todavía no hubieran emprendido su camino a la hora en la que se requirió de sus servicios.

Si el incendio se hubiese producido a las 10.30 u 11.00 horas, lo más probable es que los camiones cisterna ya no estuviesen en O Ceao, relata Jesús García.

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