En recuerdo de Julio Ulloa Vence

Julio Ulloa Vence.AEP
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Cuando en 1963 el ingeniero agrónomo Julio Ulloa Vence acababa de llegar de Estados Unidos a Lugo, becado por el Gobierno, el entonces gobernador civil y jefe provincial del Movimiento estimó que era la persona indicada para ser el segundo político de importancia en la provincia de Lugo. 

Le nombró presidente de la Diputación Provincial, pues no era afiliado al partido único existente ni aspiraba por tanto a ser su jefe provincial del Movimiento. Esto puede aclarar que no ejerciera el cargo de gestor de la Diputación ni tan siquiera dos años. 

Julio Ulloa Vence, hombre sencillo y cordial, nos concedió para El Progreso la primera entrevista publicada en estas páginas, iniciando así una amistad personal que sin ser muy intensa fue duradera y siempre muy sincera. 

A Julio Ulloa Vence se le debe una prudente y buena administración provincial, un inventario de las necesidades de Lugo, hecho con la colaboración de sus alcaldes, y la adquisición de la primer máquina excavadora para el parque móvil provincial, pues los accesos a la zona rural —que va del Sil al Eo y del río Sor al Navia— eran la principal necesidad provincial. 

Cuando a Ulloa Vence, sin prisas ni pausas como era su carácter, le llegó el cese, no tuvo tiempo para cubrir esta red provincial de accesos. La gente dijo que quien lo nombró no lo conocía hasta el momento, ni cuando lo cesó en el cargo de presidente de la Diputación de Lugo. 

Que descanse en paz en Santa María de Castelo, su Taboada Natal, el siempre buen amigo Julio Ulloa Vence.