García Díez (PP): "Es evidente que estoy cerrando un ciclo de mi vida"

El popular cedió en abril, y de nuevo ahora, el primer puesto de la lista al Congreso del PP y se situó en el dos
Joaquín García Díez. XESÚS PONTE
photo_camera Joaquín García Díez. XESÚS PONTE

Si vuelve a ser elegido, Joaquín García Díez, número dos del PP al Congreso, comenzará su 14º año en la Cámara baja. Acaba de cumplir 65 y dice que los viajes y estar fuera de casa pesan, pero asegura que su intención es agotar la legislatura si las condiciones personales y políticas lo permiten. "No me presento para estar un añito e irme". ¿Y después? "Cada cosa en su momento, pero es evidente que estoy cerrando un ciclo en la vida", dice. 

Quizás por eso vio natural, dice, dejar paso a Jaime de Olano. "Estoy encantado de ver cómo una persona que pedía paso con su trabajo está demostrando que tiene gran futuro", dice del cabeza de lista y vicesecretario del PP de Casado. 

García Díez lleva "unos cuantos" años en política. Veintinueve, para ser exactos, desde que en 1990 asumiera la secretaría general de la Consellería de Agricultura con Fraga. Después fue concejal, alcalde (1995-1999) con los mejores resultados que el PP tuvo hasta ahora en la ciudad y desde 2004, diputado y portavoz de pesca del grupo parlamentario

García Díez aspira a dejar la política, cuando llegue el momento, "con poco ruido", igual que hizo cuando decidió no repetir a la alcaldía por sus diferencias con Cacharro. Los populares la perdieron y desde entonces no volvieron a gobernar por los pactos de la izquierda pese a la "vergüenza" de que ahora Pedro Sánchez pida que se deje gobernar al más votado. 

"El electorado que desconfió de nuestra propuesta en abril, cada uno por las razones que tuviera, está volviendo a confiar", dice

Al candidato no le gusta pensar qué habría sido "si" y solo lamenta no haber podido completar un proyecto de ciudad "que a todas luces quedó inconcluso y que quien siguió al frente del concello aprovechó parcialmente". Como coach, un área en la que se formó y que aspira a ejercer cuando deje la política, tampoco le gustan los futuribles y no contempla que el PSOE supere al PP en Lugo. No es la primera vez que hay un vuelco en las encuestas, dice, y cree que "el electorado que desconfió de nuestra propuesta en abril, cada uno por las razones que tuviera, está volviendo a confiar". No cree que la moderación de Casado sea una de esas razones, o al menos no la única, porque él no ve "giro ni bandazo" sino que ahora "ha comunicado y llegado mejor". 

Como biólogo y concienciado con la ecología desde la facultad, donde formó parte de un grupo que abandonó cuando mudó en movimiento político, le molesta la "bandera verde" en la que se envuelven algunos partidos "sin medir las consecuencias", afirma para referirse al necesario pero en su opinión precipitado proceso de descarbonización que arrastrará a Endesa al cierre en As Pontes

El hombre "tranquilo" que afirma ser saca el carácter cuando hace falta, como cuando se enfrentó a Fraga por dinero para el casco histórico, y amenaza con dar la batalla otra vez para lograr más frecuencias del tren en Lugo, como hizo y logró en 2016. Pese a lo que le cuesta rebatir, incluso a los suyos, "lo de que no hay viajeros. Cómo los va a haber si el tren está como está". Tampoco a su hija mayor le perdona que no le envíe al menos una foto al día de sus nietas mellizas. ¿Y después de la política? "Me quedan muchas cosas por hacer. ¡Fuera hay más vida que dentro!". Si él lo dice...