Javier Atanes: "La gente con otras patologías no debe temer ir a Urgencias"

El gerente del Hospital Polusa alerta de que muchos pacientes llegan en estado grave por haber esperado demasiado por un miedo infundado
Javier Atanes. VICTORIA RODRÍGUEZ
photo_camera Javier Atanes. VICTORIA RODRÍGUEZ

El Hospital Polusa no es el único centro en el que se ha detectado, pero sí otro de los que quiere sumar su voz de alarma para amplificar lo que el gerente del centro, Javier Atanes, considera un "mensaje de salud pública". Al igual que en otros centros, Atanes se refiere a un problema que ha sido detectado por sus médicos de Urgencias: a la vez que su trabajo ha caído a niveles mínimos, casi reducidos a "fracturas y poco más", los casos que llegan suelen estar acompañados por complicaciones derivadas de la tardanza en acudir.

Se trata, según Javier Atanes, de un efecto secundario provocado por el miedo al contagio a la pandemia que puede ser todavía más dañino que el propio virus, sobre todo cuando se mezcla con términos tan poco tranquilizadores como infarto, apendicitis o ictus. Y lo más triste, además, es que no hay motivo para llegar tan lejos.

¿Cuál es el problema que se están encontrando en Polusa con sus pacientes en Urgencias durante esta crisis sanitaria?
Hay gente con patologías que no tienen nada que ver con el virus que nos está llegando a Urgencias muy deteriorada. El mensaje de quedarnos en casa está siendo muy bueno en lo que se refiere al control de la epidemia, pero los cirujanos están viendo cosas como que un enfermo de apendicitis, que antes llegaba en fase primaria, ahora llega casi con perforación. Son situaciones muy complicadas.

¿A qué cree que se debe esta situación?
Lo que hay que transmitir es que ir al supermercado tiene tanto o más riesgo que ir a un servicio de Urgencias como el del Hula o como el del Polusa, donde no hay ni un solo caso de coronavirus declarado. Además, la gente tiene que saber que disponemos de teléfonos de consulta de emergencias para que hablen con especialistas y puedan valorar si lo que tienen puede esperar o no. Que llamen y se aseguren.

¿Qué situaciones de gravedad se han encontrado o cuáles son las más habituales?
Hay, por ejemplo, pacientes hipertensos que llegan tan descompensados que da miedo. Han pasado ya muchos días de confinamiento y hay gente que está aguantando situaciones sin tener por qué, tienen que llamar a Urgencias y consultar o ir, hay que ponderar los riesgos. Por ejemplo, un dolor torácico solo en un 25% de los casos suele ser un infarto, pero es que ahora no estamos recibiendo ni una mínima parte. Y no es lo mismo tratar un infarto en las primeras 24 horas que con 48. Llega gente que te dice: "Ayer ya me dolía...".

Es difícil luchar contra el miedo cuando se instala entre la población. ¿Cuál cree que es la solución?
Se trata de dar un mensaje de salud pública. Si vamos al supermercado una, dos o tres veces a la semana porque lo necesitamos, hay que ir a Urgencias o llamar para consultar cuando se necesita. Y tenemos que entender que, pese a que no podemos cantar victoria ni muchísimo menos, la situación de los hospitales en Lugo, tanto del Hula como de centros privados, no es la de Madrid. Hay una seguridad, la gente no tiene que tener miedo de ir. En Polusa no hemos tenido ni un caso de contagio. Y en el Hula la zona de atención a los enfermos del virus está perfectamente separada del resto. Se trata de buscar un equilibrio entre el riesgo y la necesidad.

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