El juzgado de lo Penal número 1 de Lugo condenó a dos años de prisión a un lucense acusado de maltratar a su esposa y amenazarla a ella y a la hija de ambos, menor de edad. El acusado llevó al juicio varias cartas de amor que le había escrito posteriormente la mujer e insistió en que incluso había intentado retirar la denuncia, por lo que la letrada de la defensa alegó "falta de persistencia" en las declaraciones de la víctima y solicitó la libre absolución del hombre. Sin embargo, las románticas misivas no fueron suficientes para librarse de la condena.
La mujer reconoció en la vista que había intentado retirar la denuncia y que le había entregado las cartas porque en aquel momento quería que el hombre regresara al domicilio familiar, ya que al hombre le habían diagnosticado una enfermedad y le "asustaba" la idea de asumir la responsabilidad de criar sola a una hija adolescente. Sin embargo, la mujer mantuvo en el juicio su denuncia inicial "de forma clara, firme y coherente", por lo que acusado fue condenado
Según quedó recogido en la sentencia, el 28 de agosto de 2016, la mujer se encontraba limpiando un establo próximo a su domicilio y el acusado comenzó a discutir con ella. El hombre se puso cada vez más violento y le propinó un fuerte empujón, tirándola al suelo, por lo que la víctima sufrió un traumatismo craneoencefálico y tuvo que acudir al médico.
Posteriormente, en diciembre de 2017, cuando la pareja regresaba en coche a su casa, en compañía de su hija, el acusado discutió con su esposa y le dio un bofetón. La mujer, atemorizada, se bajó del vehículo, pero el hombre comenzó a perseguirla y la alcanzó. En ese momento, la agarró con fuerza, la empujó contra una puerta, la golpeó y le tiró del pelo.
En otra ocasión, sobre las dos de la madrugada del 4 de julio de 2018, el acusado golpeó con fuerza la puerta del dormitorio de su hija, "con ánimo de atemorizar tanto a la menor como a su madre", y comenzó a gritar que las iba a matar a las dos. Justo en ese momento, el hijo mayor de la mujer –que residía en otro domicilio– llegó a la vivienda de la pareja y el acusado se dirigió hacía él con un cuchillo en la mano, "con ánimo de atemorizarlo". Ese mismo día, el juzgado de Instrucción número 3 dictó una orden de protección que prohibía al acusado aproximarse o comunicarse por cualquier medio con su mujer y su hija.
El hombre fue condenado por varios delitos de malos tratos y amenazas y, en mayo del pasado año, el juzgado de lo Penal número 1 de Lugo le impuso una condena total de dos años de prisión, quince días de localización permanente y 90 euros de multa.
El acusado recurrió la condena ante la Audiencia Provincial de Lugo, alegando de nuevo inconsistencias en la declaración de la víctima. Sin embargo, la sala considera que la declaraciones de la mujer y de sus hijos resultaron creíbles, "sin cargar las tintas contra el acusado". Además, recuerda que algunos incidentes fueron presenciados por personas ajenas a la familia –"como un vecino que vio al acusado desde la ventana, desnudo, con una linterna y un cuchillo en la mano"–, por lo que confirma la condena.
