Unos inquilinos morosos "profesionales"

Desde que interpuso la demanda en el juzgado, un casero lleva un año esperando a que desalojen a la pareja a la que le alquiló un céntrico piso en Lugo, que le presentó documentos falsos de pago. La deuda asciende a unos 12.500 euros
La vivienda alquilada está en la Rúa Doutor Fleming de la capital lucense. EP
photo_camera La vivienda alquilada está en la Rúa Doutor Fleming de la capital lucense. EP

"Di con una pareja de estafadores profesionales que me la metieron doblada perfectamente". Un lucense lleva un año esperando a poder desahuciar a los inquilinos que le alquilaron un piso en la Rúa Doutor Fleming de Lugo, que no le pagaron ni un solo euro de la renta desde que entraron en casa, ni de los recibos del gas y del agua. El afectado cifra la deuda en unos 12.500 euros.

Esta demora es un cóctel entre la lentitud de la administración de justicia y las triquiñuelas realizadas por estos inquilinos morosos, que ya dejaron más pufos a otros arrendadores de la capital lucense.

La pesadilla de este propietario comenzó el 1 de junio de 2021. Entonces alquilaba a una joven pareja gallega una céntrica vivienda de cuatro habitaciones, que acababa de reformar de arriba a abajo. Era la primera vez que la arrendaba. Acordaban una renta mensual de 750 euros más gastos.

"Era todo nuevo, electrodomésticos, sofás, menaje, muebles, colchones, ventanas...", explica el casero.

Para avalar su capacidad económica ella presentó una copia de su contrato laboral y de un extracto bancario de que habían realizado una transferencia de 3.000 euros, que se correspondían con tres meses de alquiler y otro de fianza.

Todo parecía indicar que era un pareja solvente y pagadora, porque aparentemente le habían abonado por adelantado varios meses. Pero era todo un espejismo. Esa documentación era falsa. No existía la empresa en la que supuestamente trabajaba ella y el dinero no llegó a la cuenta del propietario de la vivienda.

Cuando le preguntó a sus inquilinos qué había sucedido con la transferencia, estos se disculparon explicando que el banco les había bloqueado su cuenta corriente, dentro de las medidas preventivas de blanqueo de capital, porque habían percibido una cuantiosa herencia.

Más perjudicados

Con la mosca detrás de la oreja, el propietario fue tirando del hilo y descubrió que esta pareja de inquilinos había utilizado los mismos subterfugios con otro arrendador de la capital lucense, del barrio de San Roque, a quien le adeudaron el alquiler de medio año. Cuando contactó con este, le dijo que le "había tocado la china".

A principios de agosto del año pasado el afectado, que dice que estaba "cansado" de que se riesen de él, acudía a la comisaría de la Policía Nacional de Lugo a denunciar el caso. Un mes después presentaba en el juzgado una demanda de usurpación de la propiedad, en la que reclamaba como medida cautelar "el desalojo de los ocupantes de forma inmediata y la restitución del inmueble".

El procedimiento judicial se demoró "más de la cuenta", según explica el casero, porque el letrado de la administración de justicia de esa instancia estaba entonces de baja y además su sustitución se hizo esperar.

Entonces tuvo que aguardar cinco meses desde la presentación de la demanda, hasta el 10 de febrero de este año, para que se celebrase el correspondiente juicio. Los inquilinos, que no se presentaban a la vista oral, fueron declarados en rebeldía procesal y les condenaban a "poner la vivienda a disposición" del demandante.

En la sentencia se establecía un plazo para recurrir. El último día para hacerlo, la pareja remitía un correo electrónico al juzgado en el que aportaba una copia de un resguardo bancario de que había abonado los 6.000 euros que adeudaban.

El letrado de la administración de justicia les respondía que esa no era la forma de personarse y que lo tenían que hacer con abogado y procurador. Les dio entonces una nueva moratoria de 10 días.

Desalojo

Otra vez el dinero no llegó a su destino, ni los inquilinos dieron señales de vida en el juzgado, así que el siguiente paso ya fue el lanzamiento. Esta instancia lo acordaba el 17 de junio y se fijaba ese desalojo para el pasado viernes. Sin embargo, se volvieron a torcer las cosas, lo que desataba las críticas del afectado.

El servicio común de notificaciones y embargos no recibía hasta la semana pasada la orden y tenía que aplazar ese aguardado desahucio hasta dentro de un mes, para el próximo 7 de septiembre, lo que supone un año después de que el propietario de esta vivienda presentase la demanda en el juzgado.

"Ganan así otro mes y pico", lamenta el casero que, según añade, "este caso te absorbe mucho tiempo, te acaba con la salud... Y a eso se suman los atrasos que se registraron en el juzgado de primera instancia número 5 de Lugo y los errores en las tramitaciones".

El lucense afectado aconseja tener un seguro de impago
Mientras espera que a la vuelta de las vacaciones estivales se lleve a cabo el desalojo de los inquilinos morosos de su vivienda, el demandante aconseja a los arrendadores contratar un seguro
de impagos para cubrirse las espaldas si sufren una situación como la suya.

"Error"
"Me arrepiento de haber cometido el error de no contratar una póliza de impago", lamenta el
propietario del piso de Doutor Fleming.