Un informe ve vulnerables cuatro zonas de Lugo por la vivienda y la inmigración

La Universidad Politécnica de Madrid señala problemas urbanísticos en el barrio Feijoo, el casco histórico y Lamas de Prado y A Residencia, y en A Milagrosa relacionados con la inmigración
Una vivienda de A Milagrosa. VICTORIA RODRÍGUEZ
photo_camera Una vivienda de A Milagrosa. VICTORIA RODRÍGUEZ

El Observatorio de la Vulnerabilidad Urbana del Gobierno central señala tres zonas de la ciudad de Lugo como vulnerables por el mal estado de su parque de viviendas: el barrio Feijoo; el casco histórico y su entorno inmediato desde aproximadamente la Rúa Castelao hasta la Rúa Chantada, y el territorio que se extiende desde Lamas de Prado hasta Abella y A Residencia. A mayores, el informe realizado por la Universidad Politécnica de Madrid en 2011 apunta vulnerabilidad por inmigración en la zona de A Milagrosa.

Todas las zonas señaladas en este informe aprueban, sin embargo, en otros indicadores, como el porcentaje de población analfabeta o sin estudios y el de población en paro.

El informe considera vulnerable A Milagrosa y la zona que se extiende hacia el oeste, hasta O Castiñeiro y A Residencia, porque, en la fecha del estudio, el 20,20% de la población era inmigrante. El valor de vulnerabilidad que se toma como referencia es el 20%. En algunos puntos del barrio, ese porcentaje sube al 24%.

Aunque de partida un número alto de población extranjera no es algo negativo, cuando se trata de ciudadanos con dificultades sociolaborales y, por tanto, un bajo nivel de ingresos, que les aboca a habitar las viviendas más precarias, esa realidad sí acaba siendo percibida como negativa por parte de algunas personas autóctonas.

Esa es la situación que se da ahora mismo en algunos puntos de A Milagrosa, donde la degradación urbanística no ha dejado de aumentar en esta última década y ha ido derivando en problemas sociales, como la okupación de algunas viviendas y las dificultades de convivencia y la sensación de inseguridad por las molestias que ocasionan algunos locales hosteleros, desde ruidos a altercados.

"A deterioración da vivenda leva á segregación social, sen unha acción pública moi decidida é difícil acabar co problema"

"A deterioración da vivenda acaba levando a unha segregación social, iso é de libro, porque a ese tipo de vivenda acceden as persoas con menos ingresos, das capas sociais máis baixas. É un círculo vicioso, e sen unha acción moi decidida da administración é moi difícil rompelo", afirma Alberte González, de GAU Arquitectos, un estudio que en torno a 2014 inició por su cuenta trabajos encaminados a solicitar un Área de Rehabilitación Integral (Ari), dentro del Plan Estatal de Vivienda.

Ahora, este mecanismo, cofinanciado por las administraciones central, autonómica y local, y que provee de ayudas a los propietarios para la rehabilitación de viviendas, se denomina Arru. Exige un gran trabajo de estudio y documentación para presentarse con garantías a la convocatoria pública del ministerio, y aunque los sucesivos gobiernos municipales llevan años anunciando la voluntad de hacerlo, la realidad es que no llegó a tiempo para el plan de 2013-2016 ni para el de 2018-2021, por lo que tendrá que esperar al siguiente. A este respecto, el gobierno de Lara Méndez informa de que el pliego de condiciones para hacer este trabajo está a punto de aprobarse y de salir a licitación y que, tal como ya había avanzado, se ampliará hasta el barrio Feijoo la extensión para la que se solicitará el área de regeneración y renovación urbana.

MALA CONSERVACIÓN. Según los datos del observatorio estatal, el 21,34% de las viviendas del barrio Feijoo estaban en 2011 en un estado de conservación malo, ruinoso o deficiente, frente al 6,99% de la media española y al 17,50% que se toma como valor de referencia.

Son datos de hace una década, aunque en términos de estructura socioeconómica y residencial, la ciudad no ha variado mucho desde entonces en muchas de esas zonas que se señalan como vulnerables y en algunas, si acaso, ha ido peor. Es lo que ha sucedido en algunas calles de A Milagrosa, aunque en este barrio también ha habido actuaciones urbanísticas que lo proveyeron de vivienda nueva, y no precisamente barata, y de nuevos espacios públicos, como la Praza Agro do Rolo. También se actuó en algunos ya existentes. Las peatonalizaciones de algunas calles, a las que se sumará alguna más este año, como Luís Seoane, contribuyeron a hacer más habitables estos entornos.

CASCO HISTÓRICO. Según el observatorio público, en el área que comprende el casco histórico y su entorno, en 2011 el 25,06% de las viviendas estaban en estado ruinoso, malo o deficiente, y en el territorio que va de Lamas de Prado hasta A Residencia era el 25,70%.

El informe es previo a los avances en rehabilitación que se produjeron en la última década en el recinto amurallado, fundamentalmente por dos vías: el plan de la Xunta en A Tinería, donde recupera viviendas para alquilarlas, y el arreglo de edificios por parte de particulares, en algunos casos en el marco del Arru del casco histórico. El gobierno local tiene en su hoja de ruta lograr la declaración de Patrimonio de la Humanidad para esta parte de la ciudad, aunque no ha iniciado los trabajos necesarios para presentar la candidatura a la Unesco y el objetivo no parece fácil.

En A Residencia, los nuevos servicios sociosanitarios que se están construyendo y otras dotaciones, como el nuevo centro social de Lamas de Prado, contribuirán a revitalizar el barrio.


María Jesús Dobarro (Exhostelera en A Milagrosa)

"Vivín e traballei na Milagrosa, pero funme porque cambiou totalmente"

María Jesús DobarroMaría Jesús Dobarro creció en A Milagrosa y allí volvió en alguna época de su vida adulta, como vecina y como hostelera. En el 2000 cogió el Espello, en la Rúa Pintor Villamil. Era "un bar de tintos de toda a vida", que luego, cuando la zona empezó a decaer, remodeló y rebautizó como Terras de Lugo para intentar mantenerlo a flote. En 2019 tiró la toalla, aprovechando que le salió la oportunidad de regentar otro bar en otro barrio.

"Ao primeiro estaba moi contenta. Sempre foi unha zona moi boa, de grupos de amigos, xente do barrio.., pero a xente nova acabou marchando porque o lugar cambiou totalmente", asegura.

Cree que influyeron en esa transformación varios factores. La antigüedad del parque inmobiliario contribuyó a que la gente joven y las nuevas familias buscaran vivienda en otras zonas, lo que se acentuó cuando, fruto de ese abandono, al barrio fueron llegando inmigrantes de bajos ingresos que, unas veces con razón y otras simplemente por prejuicios, generan rechazo.

Las dificultades para circular en coche y aparcar, cada vez mayores, opina, también disuaden a mucha gente que podría acercarse a comprar o a consumir en el barrio.


Jennipher Chaldú (Vecina de A Residencia)

"A Residencia es un barrio de gente mayor, pero cómodo, estamos a gusto"

Jennipher ChaldúJennipher Chaldú y su familia llegaron hace tres años desde Buenos Aires a A Residencia, donde ya residía su madre, casada con un vecino del barrio de toda la vida. Tras conocer la zona, Jennipher y su marido no solo decidieron buscar vivienda propia en ella, sino abrir un negocio.

Fue hace algo más de un año, se llama La Romería Coffee, es cafetería y pastelería argentina y está en la esquina de Artista Tino Prados con Serra de Outes, muy cerca del antiguo complejo hospitalario, donde ahora se construyen nuevas dotaciones sociosanitarias con las que el vecindario está "entusiasmado", dice.

Esta vecina y hostelera asegura que la familia se sintió siempre muy bien "acogida" y que A Residencia tiene sus peculiaridades, como una población muy mayor y, de un tiempo a esta parte, dificultades de accesibilidad en algunas zonas por las obras mencionadas y por las del carril bici, pero es un barrio "cómodo", asegura. Confía en que el dinamismo que le falta llegue de la mano de las nuevas dotaciones y se muestra satisfecha con el nivel de servicios que tiene y con el transporte público. "Es un barrio donde se comparte mucho porque nos conocemos todos", destaca.


Eloína Ingerto (Vecina de A Milagrosa)

"La convivencia es muy buena, se penaliza al barrio por dos o tres casos conflictivos"

Eloína IngertoEloína Ingerto es vecina de A Milagrosa y trabajadora social de la Fundación Juan Soñador, que tiene un local en el barrio, en su apuesta no solo por promocionar a las personas sino por generar economía social.

Ingerto conoce bien el barrio, donde además su familia tuvo un negocio y ella trabaja con la población infantil y juvenil más desfavorecida y sus familias. Apoyo escolar, orientación y formación para el empleo y ocio saludable son las principales líneas de acción de Juan Soñador, por lo que Ingerto sabe de lo que habla. Por eso ve "injustos los discursos de odio y rechazo" que a veces se escuchan sobre un barrio donde sí hay un gran contraste urbanístico y social, reconoce, pero donde la convivencia es "muy buena". "Por dos o tres casos problemáticos relacionados con la hostelería se penaliza a todo el barrio".

Cree que la degradación urbanística de algunas zonas debería preocupar y movilizar a todo el mundo y destaca la contribución de la inmigración. "Esta gente también genera economía, con alquileres de viviendas y negocios. ¿Cómo estarían nuestros colegios sin esos niños? ¿Cuántas casas de Lugo dependen de los cuidados que llevan a cabo esas mujeres?", pregunta.

Oportunidad para actuar también en espacios públicos
La declaración de Áreas de Regeneración y Renovación Urbana (Arru) permite dar ayudas a los propietarios para rehabilitar viviendas pero también provee de fondos para intervenir en espacios públicos. De hecho, cada vez recibe más fondos oficiales.

A Milagrosa y barrio Feijoo. Estas zonas, objeto del próximo Arru, tienen margen de mejora en cuanto al número y a las condiciones de los espacios públicos. En el avance del trabajo para el Arru que hizo GAU hace años proponía peatonalizar Yáñez Rebolo, Pintor Villamil, Becerreá, Carril do Esquecemento y Menorca. En esta última y en la plaza y la calle Milagrosa ya se retiraron los coches, y este año será el turno de Luís Seoane.

Patios interiores. Se proponía también estudiar la adquisición de patios y huertas interiores para acondicionarlos como zonas públicas. "A xente cando ten espazos úsaos. Un exemplo é a Rúa Menorca. E ademais iso favorece actividades nos baixos dos edificios", señala Jorge Salvador, de GAU Arquitectos.

"Gusto polo barrio". GAU llegó a hacer una encuesta a los vecinos de A Milagrosa y algunas conclusiones sorprendieron hasta a los autores. "Apreciábase un gusto polo barrio alto, a pesar de todos os problemas que ten. A zona máis próxima á muralla era moi ben valorada, pola proximidade ao centro, por ser chá... E non botaba de menos servizos", resume Salvador.

Preocupación. La consulta también desveló preocupación relacionada con algún tipo de inmigración cuyos hábitos hacen difícil la convivencia y con el deterioro urbanístico. "Vimos infravivendas con ata oito inmigrantes e moita vivenda baleira porque os propietarios dicían que non lles compensaba a renda que ían obter cos problemas que temían".

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