"¡Igual sales y coges el virus!"

Los 33 residentes de A Milagrosa deciden pasar la Navidad allí y no ir con sus familias
De izquierda a derecha, José Taboada, Eliseo López, Carmen Vázquez y Marina Veiga, en la residencia. EP
photo_camera De izquierda a derecha, José Taboada, Eliseo López, Carmen Vázquez y Marina Veiga, en la residencia. EP

Los 33 residentes de A Milagrosa no se reunirán este jueves con sus familias. Todos ellos decidieron pasar la Nochebuena y la Navidad en el centro. La razón no es otra más que la de evitar el riesgo de coger el covid-19. En esta residencia no entró el virus y allí se encuentran más seguros que fuera, aunque eso suponga dejar de estar con sus respectivas familias en unas fechas tan especiales como estas.

Eliseo López López tiene 77 años y lleva once meses en la residencia. Estas serán sus primeras Navidades fuera de casa y sin su familia. Se estuvo pensando si salir o no por estas fechas, pero decidió quedarse.

"Teño sobriños e queren que vaia con eles pero, con isto que hai, non vale a pena ir. Se saes e colles o virus é un problema. Aquí, de momento, non houbo covid. Tamén facemos todo o que podemos para que non veña! Dá pena ter que se quedar pero tamén hai que mirar a outra cousa. Se o metes na familia, tamén é fastidiado!", comenta.

Marina Díaz Veiga, de 89, también tiene clara su decisión. "Me voy a quedar. Mi gusto sería ir pero aquí también nos tratan muy bien y se está confortable. Será la primera vez que pase aquí la Nochebuena, sin juntarme con mi familia, lo que es un gran dolor pero ahora ya estoy convencida. ¡Igual sales y coges el virus! De todas formas, hablamos todos los días por teléfono", afirma Marina que, en los seis años que lleva en la residencia, nunca se vio en una situación así.

Carmen Vázquez Pardo está hoy, día de Nochebuena, de cumpleaños. Cumplirá 88. Lleva nueve meses en la residencia, a donde decidió ir ya que sus dos hijas viven en Barcelona y no quería trasladarse a esa ciudad.

"Tal y como está la vida no se puede salir. Tenemos que estar aquí metidos, pero lo pasamos bien. Hacen lo que pueden para tenernos distraídos. Mis hijas no van a venir a Lugo porque tienen miedo de no poder después volver a Barcelona, por tener que hacer cuarentena, pero no tengo pena ninguna ya que no nos podemos juntar ni aquí ni allí. Hay que adaptarse a la situación y ya está. Y, aquí, la verdad, estamos encantados pese a lo que nos tocó vivir con esta pandemia", dice.

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