Javier Vielba: "Nadie puede decir que es un artista sin parecer gilipollas"

Los Corizonas tocan este viernes a las 20.00 horas en la Praza de Santa María
Corizonas. EP
photo_camera Corizonas. EP

Los Coronas y Arizona Baby se juntaron para dar doce conciertos y acabaron haciendo una gira de casi 120. Como les pareció poco, sacaron dos álbumes de estudio y el tercero está a punto de romper el cascarón. De todo ello tiene buena culpa Javier Vielba, un vocalista de dos bandas con un destino: "Estamos aquí para salvar el rock and roll de este país".

Si se mira hacia Nueva dimensión vital se ve que Todo va bien, se ven Luces azules, Vivir y no pensar... Y para este Corizonas III asoman Nubes negras o que Todo mal. ¿Qué ha pasado ahí?

La vida. Eso es lo que pasó. Nueva dimensión vital, si te fijas, es un disco muy premonitorio. Es escalofriantemente clarividente. Por lo que sea, los astros se canalizaron a través de nosotros en 2016 y nos dieron imágenes del futuro. Eso sí, hablábamos de un renacimiento como algo bueno, y esta nueva normalidad da miedo. De todos modos, hablas de Luces azules e igual piensas en una feria, pero yo hablo de la Policía. O Todo va bien... a veces señalas una cosa y la gente mira el dedo.

Como en Todo mal, que también hablan de que todo mal, sí, pero aquí estoy yo tirando para adelante.

Exacto. Es que siempre jugamos mucho a los contrarios y al caramelo envenenado. Lo que sí que pasa es que el disco no tiene nada que ver con la pandemia. Deliberadamente hemos querido impedir la entrada del virus en nuestro disco. Ya que se ha colado en nuestras vidas, pues por cojones dijimos que al disco no lo iba a contagiar. 

¿Por qué caminos les ha guiado este Corizonas III?

Se mueve entre el vitalismo, el existencialismo... como lo quieras llamar. Y un cierto escapismo. Y ensoñación. Igual el entorno pandémico ha podido empujarnos hacia ese escapismo, aunque no haya, repito, nada del entorno pandémico en él. También hay un poco de a la tercera va la vencida en el álbum. Llevamos intentando hacer este disco desde que se juntó el grupo.

¿Y eso?

Cuando comenzamos éramos bandas aparentemente muy distintas, aunque con cosas en común. Por una parte estaba una banda de surf instrumental –Los Coronas– y otra de folk-rock acústico –Arizona Baby–, y precisamente estas diferencias fueron como los bordes de las piezas del puzzle, que hicieron que encajásemos. Y lo que iba a ser una colaboración de cuatro canciones y doce fechas, con todo hablado en plan esto es lo que hay y después cada uno por su lado, terminó siendo una gira de casi 120 conciertos.

"Muchos han intentado hacer lo que hicimos con Corizonas. No me viene a la cabeza ningún nombre porque nadie se acuerda de ellos"

Casi nada...

El roce hizo el cariño. Acabamos la gira y grabamos un disco en directo, un triple vinilo faraónico... ¡La hostia! Y dijimos: ¿qué coño hacemos ahora? ¿Nos vamos a ir cada uno por su lado? Nos tenemos que inventar algo para seguir juntos. Y nos inventamos Corizonas. Que es algo que muchos han intentado hacer. Ahora mismo no me viene a la cabeza ningún nombre porque nadie se acuerda, porque esos experimentos no salieron bien. Lo que hicimos ha sido algo insólito en la historia de este país. Y salió el primer disco, la hostia también, con otra gira cojonuda, larga, festivales... ¡Estuvimos a punto de comprarnos un chalé con piscina! ¡A puntito! Lo rozamos con los dedos, pero no llegó. Y fue cuando dimos otro paso con Nueva dimensión vital, que fue introducir el castellano. 

Cambio de idioma. 

Ya estuvo en mente meter alguna cosa en el primer disco, pero no nos convenció y se quedó fuera. Y para el segundo dijimos que por cojones iba a salir así. Quisimos dar ese paso, pero el sonido se perdió un poco en ese contexto. Salió un disco más pop-rock, con cierta carga de psicodelia. Y aquí llegamos con el tercero, queriendo rematar la jugada y aunar lo que conseguimos en el primer disco y en el segundo, con un choque entre ambas sonoridades, aunque más cercano a la del primer trabajo. Con un sonido más americana, pero en la lengua de Cervantes. También te digo que, viéndolo ahora, la evolución natural hubiese sido sacar el primer disco, luego este tercero y luego Nueva dimensión vital. Pero claro, no hubiésemos llegado al Corizonas III sin haber hecho Nueva dimensión por el camino. Un disco del que estamos muy orgullosos, pero que creo que la gente no entendió muy bien. Y la crítica, menos. 

"Alguien que se sube a un escenario a decir mirad todos lo que hago un poco de ego tiene"

Se define como artesano de la música. En el mundo del día a día, los artesanos están en desuso... ¿pasa lo mismo en la música? 

Yo digo que soy artesano porque decir que soy artista es una petulancia y una petardada. Artista te lo tiene que decir otro. No puedes decir soy artista sin sonar como un gilipollas. Tiene que decirlo otro, alguien por ahí que diga: el Vielba es un artista. O que el público grite: ¡Ole! ¡Ole! ¡Ole ahí, artista! O pasar por delante de la cafetería que hay debajo de mi casa, y que salga el tipo del bar a decir: ¡Hasta luego, artista! ¡Artista! ¡Figura! ¡Máquina!  La gente decidirá si soy un artista o no, mientras tanto tengo que intentar ser humilde. Aunque me cueste, ¿eh? Lo reconozco. Si no, no me dedicaría a esto. Es muy osado dedicarse a esto. Conlleva un cierto nivel de egolatría, no vamos a ser hipócritas ahora. Un tipo se sube a un escenario a decir: Mirad todos lo que hago... un poco de ego tiene. Pero es muy importante el esfuerzo. El trabajo. Yo te aseguro que Jimi Hendrix echaba muchas horas al día tocando la guitarra. Pero muchas. Muchísimas. Y no lo conocí, pero te lo puedo asegurar. No bajó una especie de rayo morado alienígena y le dió en el cerebro. 

No se le apareció el Espíritu del rock... 

No bajan los ángeles, Dios, el Demiurgo, y te dicen: Toma, Jimi. Mira, la tercera piedra del sol. Y el tío: Hostia, ¡cojonudo!, ¡Soy el chamán! No. ese típo se pasaba el día enganchado a la guitarra. John Bonham se pasaba todo el día enganchado a la batería. Dave Grohl es un tío que no sé de dónde sacará el tiempo, pero está todo el día con la batería, la guitarra... O ahora que se cumplen 30 años del Nevermind... No quiero ni imaginar cuántas canciones escribiría Kurt Cobain para llegar al Nevermind. ¿Cinco mil? ¿Tres mil? ¿Mil? No sé, una burrada. Porque las cosas cuestan trabajo y esfuerzo. No salen de la nada. Por eso lo de artesanos. Y cada vez hay menos, quizás por los nefastos sistemas educativos que tenemos en este país, o por el márketing al que estamos sometidos. Las redes sociales son de las peores cosas que le han sucedido a la humanidad en mucho tiempo.

¿Sí?

Hay madres y padres que se creen que sus hijos son superestrellas por el mero hecho de ser sus hijos. Y tratan a su hijo como si fuera Axl Rose, y funcionan como un rock manager. Y lo llevan a violín, y a inglés... No dejan al puto crío que se aburra un rato. Hablo con conocimiento de causa porque he sido profesor, y he aguantado a esos padres. ¿Entonces qué ocurre?

¿Qué ocurre?

Los chavales creen que tienen derecho a todo y que son especiales porque sí. Y ahí tienes a un gilipollas. Es lo que ocurre con un sistema que te habla de cosas que parecen tazas de Mr. Wonderful. Que si cumple tus sueños, que nadie te diga que no puedes cumplir tus sueños, que si lucha por tus sueños... Lucha por tus sueños es ensaya ocho horas, hijo de puta. Estén ahí ocho horas al día. 

"Las redes sociales son de las peores cosas que le han sucedido a la humanidad en mucho tiempo"

Ensaya ocho horas al día, no compres una taza. 

Si quieres hacer algo, te pones y lo haces. Yo vengo de la filosofía del punk. Del hazlo tú mismo. Hazlo tú mismo significa meter las manos y hacerlo. Si quieres llevar un parche en la chupa, aprendes a coser y te pones el puto parche en la chupa. Se ha denostado lo que llaman la cultura del esfuerzo. Hablan de meritocracia como si fuera algo malo. Por eso hay menos artesanía. Y menos traditio. Traditio es entregar algo de una generación a otra. Pasar la sabiduría. Cada vez hay más ignorancia sobre las tradiciones, o la cultura. Sobre el saber ascentral. Y cada vez hay más gente que quiere ser influencer.

"Si quieres llevar un parche en la chupa, aprendes a coser y te pones el puto parche en la chupa"

En trabajos que requieren esfuerzo físico hay escasez de mano de obra porque la gente joven no quiere trabajar. Quiere ser una estrella. Esto lo sé porque yo soy un gilipollas así. Un pionero de decir: paso de este curro, que cuesta mucho trabajo. Lo que pasa es que mis compañeros y yo nos pusimos a hacer música porque nos gusta, nos hace felices. A mí me ahorra mucho dinero en psiquiatra y ansiolíticos. No soy ningún héroe, soy un tipo muy vago. Me gusta tocarme los cojones, pero la música me ha obsesionado siempre. Ahí no escatimaba esfuerzo, porque me supone un placer. A mí me gusta hasta cargar amplis. 

Disfrutar del proceso completo. 

Eso, tío. Limpiar el local de ensayo, recogerlo... Las horas de furgoneta. Un día le preguntaron a Keith Richards que a qué se dedicaba y el dijo que a esperar. Esperar a que rebobinen las cintas, esperar a que me pongan los micros, esperar a que esté montado el equipo, a que llegue el público... Esperar a que me llame el periodista para hacer esta entrevista.. Siempre es esperar. Pero, joder, yo eso lo disfruto. Esos ratos son bonitos. Me siento un afortunado, pero uno renuncia a cosas. Y abraza otras. Ni más, ni menos. No tengo más mérito que nadie, pero tampoco menos. A los músicos le dicen: tú no haces nada, andas por ahí tocando. Eh, oye, que esto requiere mucho trabajo. Pero bueno, hay que decir que hay justos en Sodoma y en las nuevas generaciones hay gente con muchísimo talento y con muchísimo trabajo. Quizás sí hay una tendencia hacia proyectos unipersonales. Ahora no pillas una batería, un bajo, y quedas en un local para conseguir que eso suene. Tienes un estudio casero, creas tus bases y casi tienes tu producto. 

Cambian los tiempos...

Puedo entender que abunden más estos proyectos por las herramientas, pero creo que también tiene que ver con la generación del yo. Esa generación de la que, digo, también formo parte. Hay un ensimismamiento que tiene que ver con las redes, las dinámicas sociales y las tecnologías. La gente se hace selfies. Es algo casi nuevo, antes la gente hacía fotos de otras cosas. Era raro que se hiciesen un selfie. Ahora es algo normal, el espejo de Narciso. Todo tiene que ver con la falta de artesanía, con que todo va rápido, muy rápido. ¿Quiero tener un proyecto musical? Lo quiero ya, ahora. Soy un artista. Pues no, imbécil. Artista que te lo llame la gente. Tú tienes que ser un punkarra. Mánchate, cúrrate la movida. Trabaja la base, la letra, la voz, con todo lo mejor que tengas. Como tu Dios o el Demiurgo te dé a entender. Intenta hacérsela llegar a la gente. Que la gente diga si eres un artista. Y ahí ya te empiezas a mover, entre el arte y el oficio. Pero eso, hay mucha gente que te demuestra que no puedes generalizar. En nuestra generación teníamos muchas cosas que nos idiotizaban. The song remains the same, que decía Led Zeppelin. La canción es la misma, la mierda es la misma.

"La idiotez no se crea ni se destruye, solo se transforma"

Quizás no hay más idiotas, solo es que se ven más.

Se ven más, sí. Esto debe de ser como la materia. La idiotez no se crea ni se destruye, solo se transforma. Hay un número limitado de idiotez y...

Y es grande, ¿eh?

Sí, y a veces está aquí, otras más allí... Pero igual es lo que tú dices, que no aumenta. Solo se ve más.

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