"Estaba visto que nos iba a tocar", dice la víctima de otro robo en A Louzaneta

Dos chalés de la urbanización que está próxima a la carretera de Santiago fueron asaltados el pasado miércoles al anochecer, cuando sus propietarios no se encontraban en el interior

«Ya nos tocaba porque éramos de los pocos que quedábamos en A Louzaneta sin que nos entraran a robar», afirmó el propietario de uno de los dos chalés de esta urbanización de la capital lucense que fue asaltado el pasado miércoles.

«Teníamos el recelo de a ver cuándo nos tocaba y que cuando fuese que no estuviésemos en casa», añadió el afectado, que aseguró que se han tomado «con naturalidad» el robo porque «al menos no estábamos dentro». «Eso ya sería más fastiado», precisó.

Cuando los vecinos de A Louzaneta aún no se habían repuesto del susto de la semana pasada, cuando un ladrón accedió a la fuerza a una vivienda unifamiliar, la historia se volvió a repetir con el mismo modus operandi este miércoles al anochecer, entre las 19.00 horas y las 21.30 horas, en los chalés de dos conocidos empresarios.

«Cuando llegamos a las nueve y media de la noche nos encontramos con todos revuelto», explicó ayer uno de ellos.

En este vivienda unifamiliar los amigos de lo ajeno se llevaron dinero en efectivo y joyas, así como un par de relojes. En el otro sustrajeron además aparatos electrónicos (tabletas u ordenadores portátiles).

Los dos chalés están separados por menos de 200 metros y se encuentran en la zona que cuenta con alumbrado público desde noviembre. «Estuvimos tres meses más o menos tranquilos y ahora han vuelto los robos, la semana pasada uno y este miércoles dos, seguimos en la línea», dijo un afectado.

SEGUIMIENTO. Una de las víctimas cree que les estaban vigilando porque en toda la semana, según detalló, la casa solo estuvo vacía el miércoles en ese intervalo de dos horas y media.

Los residentes en esta urbanización que está próxima a la carretera de Santiago se enteraron de lo sucedido cuando vieron la presencia policial. «Un vecino me dijo que sobre las ocho se puso a ladrar su perro, pero como no era tarde no desconfió», apuntó .

Los ladrones hicieron palanca en la ventana del dormitorio principal, situado en la planta baja, para acceder al interior de la vivienda. Entraron por delante y salieron por una puerta que se encuentra en la parte posterior.

«Revolvieron toda la casa. Estuvieron en todas las habitaciones, en unas desordenaron más que en otras», explicó el afectado, que aseguró que le causaron «bastantes desperfectos».

«Apartaron lo que les estorbaba. Para hurgar en unos cajones tiraron al suelo un ordenador que estaba encima de la mesa y lo rompieron», destacó.

UN DESPISTE. En esta vivienda unifamiliar los ladrones cometieron al menos un error. Se dejaron olvidados en el salón unos guantes de lana enrollados, como si fuesen calcetines. Los agentes de la Policía Científica tomaron muestras para comprobar si podían contener huellas de los asaltantes.